Lo siento mamá...

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La casa Min estaba casi en silencio, no parecía que alguien viviera allí...

Desde hace un año que la luz se había apagado y la vida parecía no existir, una año desde la desaparición de YoonGi el hijo menor de la familia.

La madre de su amado Yoonie aún no entendía que había pasado, un día su adorado hijo simplemente había salido de casa y no había regresado jamás, habían buscado pistas, preguntado a sus amigos, interrogado a su novio y a uno de sus mejores amigos con quién se suponía que se veía frecuentemente.

Pero simplemente no había rastro de él...

Como si la tierra se lo hubiera tragado...

Pasaron los días, las semanas y los meses, ni una sola señal del rubio y hermoso chico más que una de sus pulseras que se había caído en la puerta de casa.

Había pasado un año desde eso y los policías ya daban prácticamente por muerto al chico.

Dolía demasiado para la familia Min tener que decir que el miembro más adorado de la familia había muerto, y nunca pudieron siquiera encontrar el cuerpo.

La señora Min miró hacia su esposo y su hijo mayor mientras estos se alejaban en el auto en dirrección al colegio de YoonGi para terminar de recoger sus pertenencias.

Odiaba quedarse sola, pero el día de hoy en necesario, no quería llorar frente a su esposo y su hijo de nuevo, necesitaba desahógarse.

Subió las escaleras y se detuvo en el cuarto de YoonGi, podía ver su ropa ordenada pulcramente en su armario, sus pósters de sus grupos de indie pop y rock favoritos, fotos de sus amigos y su novio pegadas en la pared con cinta de colores, una foto enmarcada en madera de toda la familia junta, al verla la madre de YoonGi comenzó a llorar.

Extrañaba tanto a su dulce muchacho, sus risas y ocurrencias, lo extrañaba escuchar cantar, verlo bailar sus canciones favoritas, sentía que le habían quitado una parte importante de ella, como su corazón.

Limpió las lágrimas en su suéter, y cerró la puerta para ir a su propia habitación.

Le esperaba un vaso de agua y su pastilla, se había empezado a medicar para que los ataque de pánico y ansiedad la dejarán en paz y afortunadamente estos últimos meses había podido dormir tranquila sin las pesadillas que solían atormentar su pobre mente.

Pesadillas dónde escuchaba los gritos de YoonGi pidiendo ayuda o sufriendo un dolor espantoso.

Abrió su computadora para empezar a trabajar y contactar con su jefe cuando una notificación llegó a su correo.

Abrió la ventana leyendo que venia de un correo desconocido.





"Antes que nada señora Min, lamento que tenga que mandar está carta pero simplemente no puedo seguir más con mi vida después de lo que hice...

Créame que en un inicio pensé que al haber hecho lo que hice  podría al fin sentir paz, pero estaba equivocado y ahora el recuerdo de lo que hice me atormenta y no dejo de escuchar los gritos de YoonGi cada que cierro los ojos"

L

a señora Min soltó un jadeo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, no podía creer que el maldito hombre que había raptado a YoonGi estuviera mandando esto.

No quería seguir leyendo pero algo le decia que debía terminar de leer la carta y así siguió su lectura con los ojos empañados.

" He amado a YoonGi por años, amaba a ese chico con todo mi corazón, pero sabía que lo nuestro era más que imposible y que YoonGi no sentía lo mismo que yo, que jamás me veria con los mismos ojos..."

Trick or Treat  [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora