Lacrime del diavolo

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Cuenta la leyenda que hace muchos años, vivía un joven llamado Jungkook, que estaba muy enamorado de una hombre llamado Woozi, ambos conociéndose en un baile de pueblo donde quedaron perdidamente enamorados, ambos eran muy felices, y todo parecía ser color de rosa en sus vidas.

Hasta que un día, Woozi se acercó lentamente a Jungkook, y con lágrimas en los ojos le dijo que él ya no podía estar con Jeon, porque un hombre importante y adinerado le había propuesto matrimonio, y esa era su gran oportunidad para subir de nivel social, algo que él nunca conseguiría estando a su lado, ya que Jungkook era de clase media baja y recién tenía 20 años al igual que Woozi.

De esta forma, con un dulce beso, en parte sincero y en parte traicionero, Woozi le decía adiós al hombre a quien tantas veces prometió amar con toda el alma.

En ese momento Jungkook sintió como si el mundo se le hubiera caído encima, ya que no se imaginaba la vida sin ella, entrando desde ese instante en una terrible depresión, llegando al extremo de pedirle cientos de veces a Dios solamente una cosa, poder sacarle de lo más profundo de su corazón.    

   El tiempo pasó, y la tristeza cada vez se apoderaba más y más de Jungkook, pero una tarde, por fin serían escuchados sus ruegos, solo que no sería Dios el que lo hiciera.

Esa tarde, un hermoso hombre como él nunca antes había visto se le apareció, y con una dulce voz le dijo que él iba a poder hacerle olvidar de esa mala persona, que ya tanto daño le había hecho.

Inmediatamente Jungkook le preguntó quién era y cómo podía saber tanto de su vida, sin embargo, el hombre simplemente le tomó de la mano, y le llevó hasta un arroyo que se encontraba por el lugar, mientras Jungkook seguía casi hipnotizado ante tanta belleza, quedándose prácticamente sin palabras.

Ni bien llegaron al arroyo, y casi sin pensarlo dos veces, el bello hombre de tez blanquecina y pelo rojo como el fuego lentamente fue sacándose la ropa, hasta quedarse finalmente completamente desnudo, luego se acercó a Jungkook, y nuevamente con una dulce voz le dijo que él podía hacerlo suyo si quisiera, hasta curar todas sus heridas del pasado, y así comenzar una nueva vida, pero el precio que debía pagar por ello, era entregándole su alma a cambio algún día.    

   Con la poca voz que le salía, Jungkook le volvió a preguntar al honbre quién era, y este solo le contestó sonriendo que era el mismo ser que alguna vez había entrado en la serpiente, para poder tentarles a Adán y Eva, e inmediatamente por más extraño que parezca, Juan ya no tuvo dudas de que estaba nada más y nada menos, que en frente del mismísimo diablo.

Sin embargo, pese a ello, Jungkook finalmente terminó aceptando el macabro trato, con tal de sentir la felicidad aunque sea una vez más, pese a que sabía perfectamente, que esto le iba a condenar al infierno para siempre.

De esta forma, Jungkook y el bello hombre unieron sus cuerpos, mientras que por alguna extraña razón, en medio de truenos y relámpagos comenzó a llover torrencialmente, pero sin dejar de brillar por un segundo el sol, quizás como una manera que tuvo la naturaleza, de unir el puro y bello corazón de Jungkook, y a su vez el alma negra y despiadada del hermoso hombre.    

   Así, Jungkook lentamente fue sintiendo un placer nunca antes imaginado, mientras que el bello y pelirojo hombre no paraba de gemir, como si fuese un animal en celo, provocando que Jungkook llegara al orgasmo una y otra vez. Pero en medio de tanto calor, y luego de horas de inmensa pasión, en las que el diablo le enseñó a él prácticamente todas las posiciones sexuales posibles, arrancando gruñidos y gemidos de éxtasis, con todo el cariño que todavía le quedaba dentro de su ser decidió adorar el cuerpo de aquel irreal ángel caído, Jungkook poquito a poco fue besando las partes íntimas del hermoso ser, pasando luego por sus pezones, hasta llegar finalmente a sus labios, convirtiendo de este modo toda esa lujuria del comienzo, únicamente en dulzura. En ese momento, el bello hombre sintió por primera vez en siglos, algo que creía que en su corazón jamás iba a poder existir, en otras palabras, sintió por primera vez algo que los humanos lo conocen simplemente como “amor”.    

Separándose Jungkook preguntó una vez más su nombre solo para que el diablo le dijera algo con su dulce voz y este respondió:

- Por siglos me nombraron de tantas formas que mi antiguo nombre quedó enterrado en el tiempo mismo, pero ya que tú haz demostrado ser merecedor de saber ese secreto mi nombre es YoonGi...

Y así volvieron a unir sus cuerpos en medio de lo que ambos consideraron el paraíso.

   Luego de haber vivido horas llenas de magia, Jungkook quedó profundamente dormido abrazando la cintura de YoonGi, y así el traicionero diablo finalmente aprovechó para apropiarse de lo que por derecho ya le pertenecía, su alma, pese a todas las cosas lindas que le había prometido a aquel ser humano durante la calor del placer.

Sin embargo, no tuvo el valor de hacerlo, ya que su amor por él ya era demasiado grande, tan grande que quizás ya era capaz hasta de cambiar el mismo infierno, solo por seguir unos segundos más a su lado.

Fue así como el diablo por primera vez bajó la cabeza, y aceptó tristemente su derrota, mientras las lágrimas recorrían sus hermosas mejillas, pero también sabía que no le quedaba de otra que decirle adiós a Jungkook pues un ser humano mortal y un angel caído no podían estar juntos jamás.

Debía volver de este modo a su mundo lleno de oscuridad, allí donde tiene su trono, y allí donde va a pagar por el resto de la eternidad por quizás su mayor pecado…el haberse enamorado de un mortal.    

   Horas después, Jungkook se despertó sin ropa en medio del arroyo, y casi al instante paró completamente la intensa lluvia, quedándose solamente un radiante sol, tal vez como una prueba de que el bien había triunfado sobre el mal.

Sin embargo, Jungkook no tenía la más mínima idea de qué hacía en ese lugar, ya que no se acordaba absolutamente de nada, como si el recuerdo del bello YoonGi hubiese sido borrado todos los pensamientos de su mente, pero a partir de ese día, Jungkook sería otra persona, eliminando cada uno de sus fantasmas del pasado, y comenzando de esta forma una nueva vida.

De lo que Jungkook ya jamás se pudo imaginar, fue de que su gran corazón fue lo que le salvó de la muerte, y de que en lo más profundo del infierno, sigue viviendo todavía un alma maligna y macabra, que siempre va a estar perdidamente enamorada de él, y que desde allí va a cuidarlo y amarlo, de manera a que esté donde esté, nadie pueda volver a lastimarlo nunca más.    

   Dicen que el amor que sintió el diablo fue tan grande, hasta el punto de que el mismísimo Dios se apiadó de su alma, y para consolarlo, en ocasiones envía una intensa lluvia, pero con un radiante sol, de manera a que el diablo pueda calmar su dolor, y así volver a recordar aquella mágica tarde, en la que conoció por primera y única vez el amor. Por esa razón, en muchas culturas se cree que cuando llueve y hay sol, es porque se casa el diablo, quizás en homenaje a ese gran amor que no pudo ser, y que lastimosamente…ya jamás será.

Ya que el ángel caído YoonGi y su eterno castigo era jamás ser correspondido...

                            FIN

[Angel - The weekend]




Gracias por leer 💜💜

Realmente espero que les haya gustado este especial, ya veremos si subo algo para día de muertos o simplemente termino de una vez este recopilatorio de mini historias...

Trick or Treat  [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora