Capítulo 14.

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Abro los ojos lentamente, mi cabeza duele y mis ojos arden como el fuego. Jadeo por el dolor y cierro los ojos para tratar de apaciguar el ardor de mis ojos a medida que me llevo ambas manos a los costados de mi cabeza. Levanto las sabanas para mirar mi cuerpo, estoy en pijama. Espero y elsa no este enojada conmigo por haberle estropeado la noche. Seguramente se la paso detrás de mí. Por mi terrible aliento ahora sé con toda seguridad que estaba ebria. Salgo de mi habitación, elsa y jack están en la cocina, ambos me miran pero los ignoro y entro al baño para estudiarme. Después de observarme frente al espejo, decido darme una larga y caliente ducha después de cepillarme hasta el cansancio, limpio mi cabello que extrañamente huele a alcohol.

Lo que más me preocupa del día de doy es que tengo clases y en este estado no poder asistir aunque aparentemente me encuentro mejor. Me siento a la par de la isla, elsa me pasa un bol con cereales y un jugo de naranjas.

-será mejor que te quedes en casa, yo llevare tu proyecto y le explicare a stanly la situación-informó la ojiazul en tono protector.

A veces siento que tengo dos madres.

-gracias-digo y comienzo a comer.

...

Miro algunos programas mientras degusto un helado de chocolate que logra subirme un poco el ánimo. Espero estar mejor para esta tarde ir al trabajo. Entro en estado de confusión y extrañeza cuando oigo una puerta abrirse y luego cerrarse por igual, me vuelvo y mis ojos se encuentran a jack. Fue a la cocina a por un vaso de agua, mientras lo bebida se fijó en mí. Tampoco ha ido a la universidad, que extraño, elsa casi nunca le permite faltar. Me reincorporo en mi asiento para volver a mirar la tele. Pienso en la noche anterior y logro ver algunas escenas que viví la noche anterior, mi cabeza viene hiccp y merida.

Me voy a mi habitación a por mi teléfono para llamarlo, me gustaría disculparme por mi actitud aunque solo recuerdo pequeños fragmentos de lo ocurrido, para mi desgracia mi teléfono está muerto y elsa ya se fue a la universidad y se ha llevado el suyo, solo me queda la única opción que me queda, fastidiarle a algún vecino ya que no pienso volver a pedirle un favor a jack.

Al salir de la habitación, me sobresalto un poco al encontrarme con el alvino parado ante mi puerta, enarco una ceja y lo miro extrañada.

-ten.-me extiende su teléfono.-ayer formaste todo un espectáculo.

-no, tomare el de alguien más-respondo sin un ápice de ánimo en voz.

-tómalo ya- insistió aparentemente fastidiado de mi actitud.

Tomo el móvil y me vuelvo a mi habitación. Al marcarle por tercera vez finalmente me responde.

-¿hipo, estas ahí?

-si- respondió cortante.

-oye, quiero que sepas que me...-

<<me ha dejado sola por irse con la pelirroja>>

- bueno no puedo mentirte, no me cae muy bien merida pero no quise que las cosas se dieran de aquellas manera, siento si hice algo...

-¡arruinaste su fiesta de cumpleaños!-rugió con la voz ronca.- paso toda la noche llorando en su habitación y yo y los demás tuvimos que dar por terminada la fiesta.

Me llevo una mano a la frente.

<<¿Qué hice?>>

-hip lo siento mucho.

-no es a mí a quien debes una disculpa-objeto decepcionado-. ¿Qué ha pasado contigo rapunzel?, cada día que pasa estas peor.

Ahora yo soy la del problema. Frunzo el ceño y me hago la fuerte para no llorar, hiccp jamás se había puesta del lado de nadie más que del mío y ahora parece odiarme.

El novio de mi primaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora