04: Pay De Limón

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La hermosa chica de redondas mejillas recibe su retrato con una brillante sonrisa, tomando la hoja con ambas manos y una amable reverencia

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La hermosa chica de redondas mejillas recibe su retrato con una brillante sonrisa, tomando la hoja con ambas manos y una amable reverencia. 

Chimon se despide agitando su mano manchada de grafito por un costado, sin abandonar su rostro esa sonrisa orgullosa. Cuando Love aceptó ser dibujada e incluso pidió ver el resultado más tarde, al pintor le brillaron los ojos, porque esa chica irradiaba tanto brillo, su voz dulce y de tonos bajos junto a ese largo cabello castaño anaranjado cautivaron los ojos de Chimon, quien no resistió tejer entre el cabello de su dibujo, flores de naranjo.

Un rotulador marrón y mucha paciencia, junto a lápices blancos y de tonos naranjas terminaron el dibujo y, su musa de esa tarde, se fue dejando una bonita sonrisa como paga.

First se despide de ella deseándole una buena tarde junto a su siempre amable "¡Gracias, vuelva pronto!" desde detrás de la barra. La taza vacía a un lado de Chimon descansa sobre un platito de porcelana y ya es hora de irse, porque además de ser demasiado temprano para su salud, ya no encuentra nada más que hacer en la cafetería.

—Me voy a dormir. — declara Chimon estirando sus manos con los dedos entrelazados hacia arriba, un bostezo largo y varios parpadeos bajo las gafas. — No debería ni siquiera estar despierto...

First se ríe, melifluo y bajito, mientras acciona la palanca de la cafetera para servir un Irlandés. — De hecho fue muy extraño verte aquí tan temprano, tu no despiertas antes del medio día jamás.

—Pero algo me llamaba a venir, First — De pie, el pelinegro recoge sus lápices, cierra su bloc y recoge la viruta de la mesa. —Y mira, te dije que soñé con naranjas y me llamaste loco.

—Sostengo lo dicho, su cabello era castaño.

— Castaño anaranjado.

Antes de que el barista objete contra el aparente daltonismo de su amigo, la campanita repiquetea sobre la puerta de entrada, llamando la atención de ambos hacia esta, por la que va cruzando el mismísimo Nanon.

Lleva una camiseta holgada de algodón color azul cielo, pantalones de mezclilla y tenis blancos. Su cabello chocolate rizado tan alborotado cómo Chimon recuerda y como tanto le gusta, enmarcando su rostro de esa brillante sonrisa.

— Me alegra encontrarte. — Nanon se mete las manos a los bolsillos traseros, mirando solamente a Chimon, al grado que First se siente sobrante y prefiere retirarse en silencio, sonriendo.

— Estás de suerte, nunca vengo aquí temprano por la mañana. — Chimon corresponde esa sonrisa, ajustando la correa de su mochila estampada de los súper héroes de DC Comics sobre su hombro. —También me alegra verte... —lo último lo dice más bajito, con su puño rodeando la correa de su mochila que cruza su pecho y los dedos encogidos bajo sus mocasines negros sin calcetines.

Nanon se aclara la garganta y sus talones suben, jugando nervioso mientras trata de hilar una frase entera. —Yo, bueno, hm, vine a buscarte...

—¿Buscarme? — los ojos delineados brillan bajo las gafas, Chimon empuña la tela de su pantalón a cuadros bajo sus dedos, su corazón latiendo rápido.

Pinceladas Sabor Chocolate | NaMon Adaptación ☀️🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora