perfect date (pausada)

three

𝗝𝗔𝗗𝗘𝗡 𝗛𝗢𝗦𝗦𝗟𝗘𝗥 𝗣𝗢𝗩.

Las cosas iban bien, hasta que la prima de Bryce decidió jugar a la madura y se enojó diciendo que ya no iría al baile.

Me propuse hacerla cambiar de opinión, después de todo, me pagan por esto.

Tan pronto como detuve el auto, salí para abrirle la puerta, pero ella ya había salido.

— Yo misma sé abrir la puerta. — Ella argumento poniendo los ojos en blanco; tal como una niña malcriada.

Me acerco a ella y enderezo mi traje ligeramente arrugado. Fui demasiado perezoso para arreglarlo tan pronto como salí de casa, pero todavía creo que me veo muy bien usándolo.

Afuera había una enorme pancarta en la cual estaba escrita: ¡Prom Day! y si no fuera por la espantosa decoración, diría que este baile luce realmente genial.

Atravesamos la puerta de la recepción y las miradas de unas chicas en la esquina de la habitación se posaron en mí. Ellas dejarón su vaso sobre la mesa y se acercan hacia mí y a Mabel.

Si no fuera por la ropa; diría que estaba viendo la versión de chica mala de película frente a mí.

— Mira quien acaba de llegar, el cachorro asqueroso y pobretón con... — La rubia se dirige a mí, incomodando a Mabel por el apodo que le dieron.

— Jaden.— Respondo, ignorando su manos estirada; esperando ser besada.

— Aquí entre nosotros, ¿Cómo es que un chico tan guapo como tú, decide venir al baile con... eso? — Señala a Mabel, la cual encorva los hombros mientras se mira los pies, avergonzada.

— Tiene un nombre, ¿Sabes? Es Mabel. — Hablo directo, haciéndolas mirar la una a la otra. — ¿Por qué no cotilleas o haces algo útil en otro lugar? 

Las tres se encogen de hombros y se van como si nada hubiera pasado.

— ¡Hey! — Intento tomar a Mabel de la mano en cuanto me da la espalda. — ¿A dónde vas?

—¡Vámonos! ¿No es suficiente para ti lo que acaba de pasar? ¡Por eso preferia quedarme en casa viendo mi serie en paz! — Grita mientras camina hacia la salida.

Quería decirle algo que pudiera ayudarla, pero soy un idiota y no sé qué decir para hacerla sentin mejor.

— Mira, escucha... — Intento volver a agarrarla del brazo. — Está bien, ¿De acuerdo? No dejaré que vuelvan a hablar de ti.

— No necesito que me defiendas.— Menciona mientras continúa caminando conmigo siguiendo sus pasos por la acera.

— ¡Mabel! — Me detengo donde estoy y la llamo. — Mierda, estoy trantando de ser amable, ¿De acuerdo? No soy un caballero, ni mucho menos uno elegante o refinado que usa estos elegantes trajes. Pero estoy tratando de hacer que tu día sea increíble. Ese es mi trabajo.

— ¿Quieres saber la verdad? — Se acerca, todavía con las mejillas un poco rojas de tanto llorar. — Mi día fue una mierda, una completa basura.— Se limpia una delgada lágrima que le corría por la mejilla con el dorso de la mano.

— ¿Qué puedo hacer para mejorar tu día? — Me acerco a ella. — ¿Un milkshake? ¿O quizás una pizza dulce? — Ella ríe. Y yo termino riéndome porque su risa es extremadamente linda y contagiosa.

— Creo que iré por el milkshake.  — Mabel me mira fijamente y durante unos segundos me quedo en silencio; observando cada detalle de su rostro.

¿Cómo no me di cuenta antes de lo bello que es su rostro? Es tan único que podría quedarme aqupi observándolapor horas. Oh Jaden, ¡No seas tonto!