Era noche lluviosa. Fyodor había logrado entrar en una casita en el parque para pasar la noche ahí, cerrando la puerta y dos ventanas pequeñas, para evitar la entrada de la lluvia.
Colocó cartones en el suelo, y se cubría a él y a Ryū con una frazada barata que compró hace una semana.
El ruido de la lluvia chocar contra el techo de la casita los asustaba. Ryū se mantenía muy cerca de su madre, cerrando sus ojitos aterrado.En Rusia, en situaciones de tormenta, Fyodor siempre estuvo acompañado de sus padres, quienes cuidaban de ellos y los hacían sentir seguros dentro de una gran casa.
Todo era lo contrario estando en un país desconocido.— Mami... Hay mu-chosh tueñosh. ¿Abelitosh dónde? ¿She... quedallon en cashita?
El joven adulto acurrucó a Ryū en su pecho, abrazándolo y arropando más su pequeño cuerpo, para evitar resfríos. Ryū se acomodaba mejor y sujetaba con sus manos la camiseta de Fyodor, sin querer separarse de él, aunque estuvieran acostados. Le asustaba el ruido de los rayos impactar mientras la tormenta. La luz de los relámpagos también le asustaba.
— Los abuelitos están en Rusia, Ryū. Nosotros venimos a buscar a papi aquí en Yokohama.
— ¿Vivii con papi, noshotiosh? ¿Muy...pionto?
— Lo prometo, Ryū.
♥
En una lujosa mansión, perteneciente al grupo de ídolos japoneses...
Todos, menos Ranpo salieron a la calle. Poe necesitaba ir por pañales para Atsushi; Chūya y Oda salieron juntos sin decir a dónde; Dazai fue a disfrutar la tormenta, buscando que un rayo impactara en él; y Kunikida salió en su auto de repente.
Ranpo se quedó solo cuidando al bebé Atsushi. El albino parecía no tener sueño. Quería jugar, y Ranpo era de sus padres favoritos.
Agitaba su sonaja y sonreía al mayor, invitándolo a sentarse junto a él sobre la alfombra.
— Bebé, ya es muy tarde. Tienes que ir a dormir.
Tomó a Atsushi en brazos para arrullarlo, con calma y consiguiendo que cerrara sus ojitos lentamente.
— Buen niño. Mi bebé tuviera dos años si no hubiera muerto al nacer. Lo extraño mucho.
♥
En la casita en medio del parque, alguien tocó la puerta para luego abrir y entrar con sigilo a la casa, despertando a Fyodor, visualizó de quién se trataba. Se sentó siendo cuidadoso para no despertar a Ryū.
— ¿Qué haces aquí? Con esa mirada, creí que me estabas echando a la calle.
Dijo en Ruso. Por suerte, el otro chico sabía hablar el idioma, de esa manera se comunicaron en aquel país hace casi tres años.
El ídolo cerró la puerta tras de sí y tomó asiento en el suelo, sobre los mismos cartones dónde se encontraba el Azabache. Sujetó sus manos y empezó a acariciarlas con ternura. Le sonrió amigable, y besó una de sus mejillas.
— Fyodor, ya viste... Mi vida cambió y debo ser cuidadoso con cosas como está. Dime, ¿A qué has venido?
— Vine a buscarte a tí... Eres el padre de mi bebé Ryūnosuke, y le prometí que estaríamos juntos los tres. ¿Puedes...cumplir el sueño del pequeño Ryū? Él quiere conocer a su padre y tú lo eres.
El contrario sonrió un poco y acarició uno de los piesitos del niño, sin despertarlo.
— Lo haré. Me haré responsable pero a mi manera. Fyodor.
— ¿Si?
— Nos veremos a escondidas. No quiero escándalos que pondrían en riesgo mi trabajo.
— Acepto, siempre y cuando no rompas el corazón de Ryū.
— Lo prometo. Traigo esto para ustedes.
Sacó mucha comida en sobres y latas que podrían consumir en la semana. Así como una bolsa de ropa para ambos, pañales y leche para Ryū.
— Mañana los llevaré a una casa que tengo cerca.
♥
¿Papá malo, papá bueno?
Sólo quiere cuidar su imagen.Si tienen dudas de las palabras de Ryū, se las traduzco!
¿Nuevas...?
Está más claro que el agua!
¿O no?
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RATAS CALLEJERAS [MPREG/CHUFYO]
FanfictionFyodor Dostoyevsky es madre-padre soltero de Ryūnosuke, un niño azabache de dos años y medio. Ambos viajan de Rusia a Japón, en busca del padre de Ryū, un japonés que desconoce de su existencia. En su trayecto, la llegar al país del Sol Naciente, e...