22. Protección - Pelea

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Temática: Ángeles                                                                                                            
Relación: Alfa* x Gamma

El árbol de la vida ardía ante las vista de los guardianes, sin nada que pudieran hacer para detenerlo, no cuando las llamas eran de naturaleza Divina, arrojando bolas de fuego que se transformaron en pequeñas formas esféricas compactas de color c...

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El árbol de la vida ardía ante las vista de los guardianes, sin nada que pudieran hacer para detenerlo, no cuando las llamas eran de naturaleza Divina, arrojando bolas de fuego que se transformaron en pequeñas formas esféricas compactas de color celeste que pululaban inofensivas alrededor de los seis arcángeles, quienes habían hecho un juramento de proteger el árbol de la vida, incluso si eso significaba una lucha constante con los repudiados, aquellos hermanos que habían seguido los pasos de la estrella de la mañana, y que una vez, cada par de siglos, irrumpían en la entrada en el Paraíso.

El árbol de la vida, era la representación en el Paraíso, de las criaturas andantes sobre la faz de la tierra, aquellos seres que el Todopoderoso creó y ahora que había sido consumido hasta no ser nada más que cenizas, no había salvación para los humanos, quedando prácticamente desprotegidos de los repudiados que acechaban en la Tierra. Ángeles guardianes no tendrían la fuerza para enfrentarse a los deltas, no estaba en su casta ser guerreros; por el contrario, los arcángeles lo eran, su naturaleza de alfas les hacía actuar como defensores, constantemente envueltos en peleas contra los repudiados; pero ahora, sin el árbol de la vida, la protección de los humanos se debilitaba y no podrían contenerlos.

En seguida, cinco pares de ojos se dirigieron a Kai reflejando hostilidad y desdén. Como acto reflejo, las alas del arcángel guardián se extendieron, enormes y plumadas de un blanco inmaculado. Suho, el árcangel de mayor edad, gruñó y desenvainó la Espada de Azrael y le apuntó directo a su pecho.

—Entrégate y recibe el castigo que corresponde —sentenció con una voz imponente—. Será peor cuando nuestro Padre se entere de lo que hiciste —habló con hastío.

Kai lo miró con incredulidad. Su hermano lo trataba como un traidor y lo amenazaba con la única arma capaz de convertir en cenizas a todo ángel cuyo cuerpo divino fuera atravesado por la hoja afilada.

—Hiciste un juramento, hermano, y ahora el árbol ha desaparecido —expuso el hermano menor, sacando el arco e insertando una de las flechas apuntando en su dirección.

—Te recuerdo que tú también hiciste ese juramento, Sehun.

Kai había pasado de la incredulidad al enojo. Sus cinco hermanos se habían osado a levantar sus armas contra él.

—La extinción de la creación más preciada para Padre es inminente —acotó Minseok con una expresión de derrota—. ¿Por qué, hermano? ¿Por qué lo hiciste? Confiamos en ti.

—No lo hice —aseguró sin vacilar con una mirada penetrante dirigida a sus hermanos. Él no era el culpable de lo que sus hermanos tan descaradamente le acusaban.

Moon Tales [Omegacember || KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora