‧₊ | a warm bath and some hot thoughts;

1.7K 111 13
                                    

Un baño tibio, algunos pensamientos calientes, una rápida, pero caliente, follada con un dedo y… tal vez se relajaría.

Tenía que olvidar la idea de tener sexo con JungKook y HoSeok. Ellos eran sus compañeros de trabajo, ¡por el amor de Dios! Puede que necesitara la afirmación de que seguía siendo una mujer sensual, pero no con ellos. El problema era que no quería a nadie más, ni siquiera si fuera un suicidio profesional. Sólo necesitaba mantener esta obsesión para sí misma. Ellos no tenían por qué saberlo.

Cuatro horas en un coche junto a ellos, eran aproximadamente tres horas cincuenta y cinco minutos demasiado tiempo. Su presencia pareció llenar el vehículo con sus esencias...

Sus colonias eran diferentes, y al mismo tiempo, similares, con aroma a madera, mezclado con sus aromas naturales, para sacarla de balance. Era una embriagadora mezcla de… hombre. Su sexo latió al recordarlo. El olor de su ex, nunca le había producido tal excitación. Era insípido, y nunca le inspiró pensamientos de ser arrastrada contra un pecho caliente y duro. O dos.

Sonrió.

Era tan perversa, al imaginar tanto a HoSeok como a JungKook… a la vez. Follarlos a ambos había sido el tema de sus fantasías durante meses, y no contaba con que eso fuera a cambiar en el corto plazo. Había algo decididamente travieso acerca de la idea de tomar su placer con dos hombres... pero el hecho de que ambos fueran diez años menores que ella, excitaba sus sentidos más allá de la razón.

Se echó a reír. En sus sueños podrían ser sus juguetes.

Mmm... ¡Sí! Sus propios juguetes, listos para complacer sus deseos. Le gustaba eso. Lentamente, se desabrochó la blusa. Sus ojos se cerraron con lentitud al pensar en JungKook, en sus penetrantes ojos llenos de pasión al tocarla, mientras HoSeok abría su bragueta.

HoSeok sería del tipo de desabrochar con paciencia y elegancia. JungKook, a pesar de ser tranquilo, la arrancaría como una bestia consumida por el placer.

Como no quería arruinar su blusa, se fue con el menos destructivo. Sus dedos rozarían sus pechos mientras, lentamente, iría empujando un botón de perla tras otro, a través de los agujeros. Se quedó sin aliento cuando los nudillos imaginarios le rozaron la piel. Sus pezones se apretaron sin ser tocados, y de repente, su sujetador de encaje con aros pareció demasiado apretado. Un suspiro salió entrecortado de entre sus labios, cuando su top se deslizó por los brazos y cayó lentamente hacia el suelo de baldosas del cuarto de baño, para detenerse al lado de la falda que había descartado anteriormente.

La humedad inundó su coño, lubricando los pliegues que pronto acariciaría. Gimiendo, tomó sus pechos, envueltos por lo mejor de Victoria's Secret. La ropa interior sexy era un placer secreto que se permitía y que nunca había alimentado cuando había estado con su ex.

A él no le importaba lo que llevaba... a ella sí.

Ahora compraba lo que quería, y lo que quería eran traviesas bragas y sujetadores.

Nadie más los veía, pero la hacían sentirse bien.

Su crema se filtró en la seda sobre su sexo, mientras se imaginaba a sus juguetes observando lo que llevaba debajo de sus trajes. Una mano se deslizó hacia abajo, sobre su vientre ligeramente redondeado. Movió la palma sobre la liga que sostenía la media. HoSeok se arrodillaría frente a ella y acariciaría con las manos las piernas cubiertas de seda.

De los dos, él era el más táctil. Casi se había ido por las nubes cuando él le había puesto la mano en la espalda, más temprano. Sólo un mordisco en el interior de su labio había detenido un gemido y el impulso de rogarle que deslizara la mano hacia el sur. Ahora, si gimió, al atormentar su pezón con una mano y empujar los dedos de la otra, debajo de sus bragas de raso y encaje. Las sensaciones se dispararon entre los pechos y el coño, haciendo temblar sus muslos. Los músculos de su abdomen se apretaron, mientras el calor crecía en espiral en su vientre, y su cuerpo se preparaba para una explosión inminente.

⁺¹⁸JJK ; JHS ¦ ACCOMPANISTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora