Lunes, 1 de febrero 13:00 hrs.
Louis había adquirido a Muffi en la tienda de animales que se encontraba dos cuadras más allá.
Sus orbes verdes, que lo miraban, como si lo conocieran de toda la vida.
Cómo diciendo “llévame”.
Ese verde era especial. Ningún animal tenía los mismos ojos que su gata.
Verde pasto.
Y su pelaje, de un color chocolate.
Color chocolate.
¿Cómo no lo había notado antes?
La gata se parecía mucho a su mejor amigo Harry.
A su mejor amigo.
A su hermano.
A su esposo.
A su amor.
A su vida.
Probablemente no fuera así, pero en su ilusión, no pudo pensarlo de otra manera.
Y recordó su deseo.
Sabía que una estrella no le devolvería a su amado Harry.
Menos un deseo, que era un simple pensamiento.
Pero creía en el destino y en lo que la vida pudiera darle.
Y es que al mirarla, podía ver vida.
Y cada vez que la observaba, sonreía.
Porque era todo lo que tenía.
Y lo que más amaba.
Después de Harry.
Porque para describir todo lo que él era, decir que el universo, las estrellas, el sol y la luna era poco.
Él era más que eso.
Y Louis era la tierra, que giraba alrededor del sol.
Alrededor de Harry.
Y ahora estaba en el cielo.
Y era la estrella más brillante.
La que era constante, que no titilaba.
Un planeta.
Su mundo.
Y él, era un grano de arena en la playa.
Que volaba con el viento.
Y el cielo parecía estar tan lejos, tan distante…
Y las estrellas solo aparecían en la noche.
Para luego desaparecer en el día.
“Incluso cuando la noche cambie, nunca cambiaremos tú y yo”
Y ahora mientras estaba afuera, mirando las estrellas, la vió.
Eran los mismos orbes verdes.
Ambos compartían el mismo cielo esa noche.
Y la misma luna.
El mismo ritmo cardíaco.
El mismo mundo.
El mismo amor.
“Cuando ambos caemos dormidos, bajo el mismo cielo…. Al ritmo de nuestros corazones al mismo tiempo… Tan lejos pero tan cerca…”
¿Puedes oírme?
Cantó al ritmo de su guitarra por última vez, esperando a que lo escuchara.
Y si no, no importaba.
Su corazón se lo decía.
Donde quiera que estuviera en ese inmenso cielo, estaría bien.
Y sonrió a la estrella fugaz que pasaba en ese momento.
Y sonrió al cielo.
Y sonrió a la vida.
Y sonrió a Harry, que brillaba más que nunca.
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The Same Love - OneShot Larry Stylinson TERMINADO.
Romansa" Cuando ambos caímos dormidos bajo el mismo cielo... Al ritmo de nuestros corazones al mismo tiempo.. Tan lejos pero tan cerca" ¿Puedes oírme? Cantó al ritmo de su guitarra por última vez, esperando a que lo escuchara. Y si no lo hacía, no importab...