El día que le conocí

-4- Se podría llamar coincidencia

Aby

Estábamos a principios de diciembre, eso significaba que la Navidad estaba cerca y está era mi estación favorita, donde la gente decora sus casas y jardines con un árbol lleno de bolas de colores, cintas de colores, la estrella en la Copa del árbol y mi parte favorita, las luces de Navidad y más específicamente las de colores. En mi caso mi árbol era de color verde pero en otros sitios la gente ponía su árbol de color blanco o utilizaban un árbol que estuviese en su jardín para decorar lo.

Mi madre quiere poner el árbol a mediados de diciembre pero yo soy tan pesada insistiendo en ponerlo a principios, que siempre gano en esta discusión y lo ponemos a principios.

Bajé al sótano y cogí las cajas de adornos y la caja cual guardaba aquel árbol verdoso el cual me recordaba a los ojos de Lia, era un bonito recuerdo, pero acordándome de la vez en la que me apartó de su grupo no era un recuerdo tan bonito, pero el árbol no tenía nada que ver con Lia. Tras subir las cajas llamé a mi madre avisando de que ya estaban las cajas arriba para poder empezar a poner el árbol y decorarlo.

Después de varios minutos mientras colocaba el árbol, me llegó un mensaje, cogí el móvil y vi que era Mark quien me escribió, entonces dejé de colocar el árbol para poder responder le y tras responder le deje de nuevo el móvil en la mesa y continúe poniendo el árbol. Llegó la hora de cenar y como era un sábado por la noche salí con mi madre a cenar, ella pidió una ensalada de primero, de segundo un filete con unas patatas fritas de acompañamiento y de postre pidió un brownie de chocolate y yo pedí de primero unos espaguetis boloñesa, de segundo un filete acompañado de patatas fritas y de postre un batido de chocolate, ya que no era muy fan de los brownies.

De nuevo mientras esperábamos a que trajeran la comida, Mark me escribió, él y yo estuvimos hablando un buen rato, me contó cosas sobre él, como su edad, era un año mayor que yo y repetidor es decir los dos estábamos en el mismo grado, también me contó que tenía un gato negro, sus hobbies que eran leer, salir con amigos a la calle, escuchar música y jugar fútbol de echo me contó que el pertenecía a un equipo de fútbol. Después de que él me contara cosas a cerca suya, me preguntó lo mismo a lo que le respondí también, me gusta el fútbol aunque no pertenezco a ningún equipo, lo juego por diversión, amo leer y escuchar música, en realidad teníamos muchas cosas en común aunque nuestros gustos a cerca de la música fueran muy distintos nos respetábamos los gustos, me dijo que él escuchaba un poco de todo aunque yo también pero yo escuchaba más pop y el más rock, electrónica y ese tipo de música.

Llegó la cena, avisé a Mark de que iba a cenar y que cuando volviese a casa le hablaría.

Pasó el domingo muy rápido y eso que solo estuve leyendo y ayudando a mi madre con la tarea de casa.

Hoy lunes, primer día de la semana, vuelta a la rutina, me levanté, me arreglé, desayuné, cogí aquella mochila negra pesada cargada de libros y me fui directamente al Instituto. Cuando llegué y entré a clase me encontré con aquel chico tan insoportable. Hola Aby. -Me saludó y dibujó una leve sonrisa en su rostro-. Me parecía raro que me saludara y que me sonriera, pero igual yo le saludé y le sonreí mientras me acercaba a mi asiento. Pasaron algunos minutos y seguíamos hablando de cosas, creo que empezamos a caernos bien.

Justo tras unos minutos, mi móvil el cual se situaba encima de mi mesa se encendió y Érick logró ver el mensaje y el nombre de la persona, mejor dicho usuario porque todavía hablábamos por Instagram. Ese usuario me suena. -Le miré con el ceño fruncido y le quité de vista la pantalla de mi móvil-. ¿No sabes que mirar las cosas de móviles ajenos está mal? -Le eché una mirada fija y profunda-. Si, lo sé, pero tú móvil estaba en la mesa y se encendió, era muy tentador mirar. -Dijo mientras reía-. Traté de cambiar de tema pero no pude debido a que este idiota siguió a su bola hablando de Mark. Ese chico es mi amigo, le conozco, vive en esta ciudad también, la verdad es que me cae muy bien, le conozco desde hace 5 años y bueno en resumen, te va a caer muy bien. -Dijo sonriendo-. Tras el contarme cosas sobre Mark, me llegó un mensaje suyo en el cual me preguntaba si quería quedar con el algún día, yo con seguridad le dije que sí y juntos decidimos la fecha, también le comente a Érick, le pareció buena idea y me dijo que tuviese cuidado y que cualquier cosa contactada con él y junto a esas palabras me apuntó su número de teléfono en un papel.

Tras las clases Érick decidió acompañarme a casa y yo no me negaba ya que nuestra relación de amistad estaba yendo cada vez mejor y juntos nos lo pasábamos muy bien. En el autobús nos sentamos juntos y vi como Lia se sentó sola, yo notaba que se sentía sola pero después de lo que me hizo no quería estar con ella por lo menos en un par de días hasta tranquilizarme. Yo se que ella me echaba de menos, ella echaba de menos estar junto a mí, yo también la echaba de menos pero me negaba a estar con ella en estos momentos, ya llevábamos varias semanas sin hablarnos, sin estar juntas en los recreos, sin ir al Instituto juntas, sin volver a casa juntas...

Llegamos a casa y Érick se despidió de mí con un beso en la mejilla y un "Cuídate, mañana nos vemos." Cuando Érick vio que entré a casa él se fue a la suya. Tras terminar la tarea de clase ayudé a mi madre con la tarea de casa y después de ayudarla fui a mi habitación, encendí la televisión y me puse a ver una película.

Mi madre me llamó para que bajase a cenar, apagué la televisión, me puse las zapatillas de andar por casa y bajé las escaleras, rápido pero con cuidado. Al llegar a la mesa me senté en mi sitio y empecé a comerme la sopa de fideos y después de comer la tomé el segundo plato que era pescado, no es que me agradase pero había que comer lo. Cuando terminé de cenar ayudé a mi madre a limpiar la mesa y colocar las cosas en el lavavajillas.

Subí a mi habitación y antes de irme a la cama a dormir me despedí de Mark dándole las buenas noches, él también se despidió, apagué mi móvil y me dormí.

Al día siguiente en clase Érick y yo estuvimos juntos más tiempo, lo pasamos muy bien. Y bueno, ¿cómo te va con Mark? -Preguntó mientras me miraba fijamente con sus ojos café-. Bien, supongo ¿Por qué lo preguntas? -Le miré frunciendo el ceño- ah, por nada solo quería saber, nada más. Tras su respuesta, mi móvil se encendió y vi como en la pantalla de inicio salía un mensaje de Mark, no le di importancia y apagué el móvil y lo dejé a un lado. ¿Es qué no te importa el mensaje de Mark? debes contestarle. -Me cogió el móvil de la mesa y me lo empezó a acercar a la cara para que lo cogiese y le respondiese-. Como Érick insistió tanto decidí coger mi móvil y responder al mensaje de Mark, tras responder le, guardé mi móvil y Érick y yo continuamos hablando.

A la salida del cole Érick me pidió que le acompañase a un sitio porque había quedado con un amigo suyo y que tras acompañarlo ellos me llevarían a mi casa, yo acepté y fui con él, me llevó a una montaña no muy lejos de la ciudad pero desde luego si me dejaban sola no sabría volver. Después de un poco de espera apareció el chico, no sabía quien era hasta que... ¡Hola Mark! -Mi cara se volvió pálida y quedé observando cómo se saludaban- no podía creer que él fuese Mark, hoy no era el día que acordamos, cogí a Érick y me lo llevé apartando lo de Mark. Érick que hace aquí Mark, nosotros no acordamos este día. -Le dije con un tono de enfado aunque no estuviese enfadada-. Tranquila Aby. -Dijo mientras soltaba una pequeña carcajada-.

Tras estar un rato charlando con Érick y Mark por fin decidieron ir de vuelta para dejarme en casa, una vez llegamos ya era de noche, ya que en invierno anochecía antes, por lo tanto mi madre tuvo la maravillosa idea de invitar a estos a quedarse a cenar. Mamá, ¿cómo les vas a invitar a cenar si mañana hay clase? -La dije por lo bajo-. No pasa nada, pueden irse después de cenar.

Mark y Érick al final se quedaron a cenar y como todavía quedaban dos horas para cenar fuimos a mi habitación, Erick lo primero que hizo nada más llegar a mi habitación fue directo a coger en brazos a Tiger, este se removió bruscamente hasta que Érick lo soltó y se quedó con un rostro pálido tras ver como Mark y yo nos reíamos de él por la situación.

Mi madre nos llamó para que bajemos a cenar, dejamos todo lo que estábamos haciendo y bajamos los tres rápidamente, se nos notaba hambrientos y nada más nos sentamos empezamos a comer, me volteé para ver a Mark, este no estaba comiendo. Mark, ¿por qué no comes?- Me miró y soltó una pequeña carcajada-. ¿No sabes qué empezar a comer cuando falta alguien por venir a la mesa es de mala educación? -No le di importancia y seguí comiendo-.

Después de que todos termináramos de comer, juntos ayudamos a mi madre a limpiar las cosas y cuando terminamos, acompañé a Érick y a Mark a la puerta, Érick me dió un beso en la mejilla y mi rostro tomó un color carmesí y cuando me vieron empezaron a reír y Mark me puso la mano en la cabeza y me despeinó y para yo despedirme de ellos solo les moví mi mano de lado a lado diciendo adiós mientras veía como se alejaban.