~You again <3 [AU creek]

04~ te echaba de menos

CRAIG

Eran las diez de la noche y estaba en mi nueva habitación, mirando el techo. La cama era muy cómoda y sus sábanas blancas me daban una sensación de limpieza.

No podía dejar de pensar en Tweek, había sido una suerte volverlo a ver aquí, y de echo, lo seguiría viendo por el tiempo que estuviera aquí en la universidad aunque no quisiera, y por si no fuera poco, habían dos clases a las que íbamos juntos.

¿Seguiría siendo un adicto al café? ¿Seguirá siendo tan ansioso como lo recordaba? No habíamos hablado casi nada de nosotros.

Quería conocerlo de nuevo, ¿empezar de cero? No sé qué me pasaba, supongo que era normal sentirse así, estuve enamorado de ese chico mucho tiempo.

—No puedo dormir.... —Susurré.

Me levanté y me puse unos zapatos y una sudadera. Iría a la cafetería y cogería algo para comer o algo así. No tenía nada mejor que hacer sinceramente.

La cafetería estaba en un edificio de ocio que había al centro de los cuatro edificios principales. Entré y vi a Tweek preparándose un café.

Intentaba escapar de mis pensamientos relacionados con él y aquí está, delante de mi. Es como si el destino quisiera que nos encontráramos.

¿Acaso creo yo en el destino? No, la verdad no.

—Hola, Tweek. —Le saludé y él dio un brinco, creo que le asusté.

—Ah... hola Craig... ¿que haces a estas horas despierto? —Me preguntó, retomando la compostura.

—Lo mismo puedo preguntarte a ti. —Le dije mientras me acercaba a él, y me apoyé en el borde de la mesa que había en la cocina; me quedé de brazos cruzados.

—No podía dormir... necesitaba café, ya sabes. —Me dijo, algo nervioso, o a lo mejor no lo estaba y esa era su forma de ser, tan nervioso... en primaria solía ser así, pero conmigo siempre estaba tranquilo. Supongo que las cosas cambian.

Joder, por supuesto que cambian, hacía seis años que no sabíamos nada del otro.

Tweek le dio dos sorbos bruscos a su café.

—Yo tampoco podía dormir, quería despejarme un poco así que salí fuera... —Le dije yo.

Y nos quedamos en silencio.

Lo único que oía era mi respiración, los latidos de mi corazón, y a Tweek, que de vez en cuando mascullaba para él mismo.

—Te echaba de menos... —Dije, y me arrepentí al momento.

Tweek me miró asombrado, y dio un trago a su café.

—Yo también... —Contestó en un hilo de voz.

Silencio. De nuevo.

—En el instituto hice amigos, pero no era lo mismo que estar con vosotros... —Me explicó. Le vi sonreír. —También comencé a ir a terapia. Pude convencer a mis padres y ahora controlo mejor mi ansiedad y paranoia.

Le sonreí, y él me devolvió la sonrisa. Estaba muy feliz por él. Sabía que siempre había querido ayuda de un profesional pero sus padres no lo tomaban en serio.

—Yo en el instituto conservé el grupo, pero claro, no era lo mismo sin ti... todos sentíamos que faltaba algo. —Le dije, mirando sus ojos azules. Se sonrojó.

—Realmente creía que nunca más nos veríamos. Me emocioné mucho al verte, y me quede paralizado y hice un poco el ridículo, y bueno, perdón por ello. —Dijo y se rió. Me gustaba verle reír, me traía tantos recuerdos...

—No me pareciste ridículo, la verdad. Creo que nunca me lo has parecido, Tweek. —Le dije, y acto seguido suspiré.

—¿De verdad?

—Claro, ¿como me ibas a parecer ridículo? —Le dije y le revolví el pelo. Estaba suave. Él se rió.

—Quiero conocerte de nuevo, Craig... —Me dijo, apartando su cara de donde yo la pudiera ver.

—Yo también, me gustaría empezar de cero. —Contesté.

—¿Eso significa que tenemos que presentarnos? —Dijo, y se rió suavemente.

—Eso creo. Me llamo Craig Tucker. ¿Que hay de ti? —Le dije, estrechándole la mano.

Se volvió a reír.

—Yo soy Tweek Tweak, espero que nos llevemos bien. —Contestó, y me devolvió el estrecho de manos, en forma de saludo.

Nos separamos y empezamos a ver el cielo a través de la ventana.

De nuevo silencio.

Pero era un silencio cómodo. Ojalá este momento durara para siempre.