Dejas el mundo atrás

Capítulo 8: Ten cuidado con lo que haces

"¿Demonios?"

Dean asintió.

"¿Demonios?" Preguntó Harry de nuevo. "¿Los demonios son reales?"

Dean escuchó con atención el escepticismo en la voz de Harry, pero solo encontró asombro y miedo. Harry nunca dejaba de sorprenderlo.

"¿Cómo sabes que son reales, Dean?"

"¿Recuerdas lo que te dije sobre mi mamá?" Preguntó Dean. "¿Sobre lo que le pasó cuando yo era más joven?"

"Murió en un incendio", recordó Harry, tomando la mano de Dean en la suya. Dean sonrió ante la ironía de Harry tratando de consolarlo, cuando debería ser al revés. "¿O lo hizo ella?"

"Ahora te estás poniendo al día".

"Te refieres a lo que esa cosa, ese demonio," corrigió Harry, tomando una profunda bocanada de aire mientras las piezas caían en su lugar. "que mató a tu mamá fue el mismo que ... que mató a Jess?"

Dean asintió. "Papá dijo que encontró a mamá clavada en el techo y todo. Nunca me di cuenta de lo horrible que era ese espectáculo hasta esta semana".

Dean dejó que Harry digeriera la revelación por un momento, esperando que Harry hiciera la pregunta inevitable. "¿Qué más es real?"

"Muchas cosas", respondió Dean, encogiéndose de hombros. "Vampiros, hombres lobo, poltergeists. Prácticamente todo sobre lo que se fundaron las películas de terror".

"¿Qué pasa con la magia? ¿Qué pasa con las brujas y los magos?" Harry preguntó de repente, inclinándose ansiosamente hacia Dean. Dean retrocedió ante el brillo en los ojos de Harry. No le gustaba la idea de que Harry pensara que las brujas eran unas chicas terrenales con túnicas que adoraban a Gaia o algo así.

"Son humanos, como tú, Sam y yo", explicó Dean cuidadosamente. "Pero adoran a los demonios. A cambio, los demonios les dan poderes y habilidades para servirlos y causar estragos ocasionales en inocentes".

Dean estaba complacido de ver a Harry tomando la idea de las brujas más en serio ahora.

"Entonces, ¿son todos malvados o solo algunos?" Preguntó Harry, una punzada de esperanza en su pregunta.

"Hasta el último culo de demonio besando a uno de ellos", dijo Dean con vehemencia. "No se puede obtener nada bueno de adorar a los demonios, Harry. No es como si hubiera un demonio al que adorar que quiere que la gente le dé dulces a los niños de kindergarten".

"A menos que el caramelo haya sido envenenado", interrumpió Sam, entrando en la habitación del hospital. Dean soltó la mano de Harry inmediatamente y se inclinó más hacia atrás en la silla del hospital. Harry le sonrió mientras Sam tomaba el asiento vacío al otro lado de la cama de Dean.

Sam todavía llevaba el bonito traje que había comprado para el funeral de su novia. Dean había elegido quedarse y esperar a que Harry recuperara el conocimiento. No es que Sam le hubiera pedido a Dean que asistiera al funeral.

"¿Pensé que estabas en el funeral?" Preguntó Harry, tomando la mano de Sam con la otra y dándole un apretón amistoso. Sam le devolvió el gesto con una sonrisa exhausta. Dean trató de luchar contra la rabia celosa que llenó su pecho ante el gesto.

"Lo estaba", le explicó Sam a la pareja, "pero no me atreví a quedarme mucho tiempo. Tenía que regresar y ver cómo estaba mi amigo, ¿verdad?"

Harry le devolvió la sonrisa a Sam con una propia, una que Dean sabía que era falsa. Dean se dio cuenta de que Harry no se tragó la excusa de Sam para irse temprano y solo estaba jugando para que su hermano pequeño se sintiera mejor.