🖤☠ ❝Cosas malas les
pasan a la gente que amas,
y te encuentras a ti mismo
rezandole al cielo.❞ ☠🖤
Tres historias de Shadyside en diferentes épocas cuyo lazo es más fuerte que la muerte misma
[karmic foedus duology...
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CAPÍTULO CINCO: en la boca de la muerte
El ruido del microondas con las palomitas listas desconcentró a Maisie de su actual lectura. Al parecer nunca iba a tener suerte con sus nuevos libros.
Era sábado por la noche y cómo de costumbre, preparaba lo que iba a ser una típica noche de películas en casa de sus abuelos con Wally. Ninguno de ellos tenía realmente idea de cuando es que habían comenzado esa tradición, al principio sólo era caer en la casa del otro con la excusa de hacer tareas, pero con los turnos constantes de la madre de Wally en el hospital, se había transformado casi en una rutina de dos o tres días a la semana en los que se quedaba a pasar la noche.
Algo floja, ella se levantó del sillón camino a la cocina. Al no ser una de las mejores casas del vecindario la mitad de las cosas allí no funcionaban o estaban rotas, por fortuna aún conservaba dónde hacer sus palomitas sin necesidad de gastar el gas.
Tomó el bowl de comida entre sus manos haciendo equilibrio con estas para también cargar su libro hasta frente del televisor, pero en el momento justo en el que iba a sentarse llamaron al timbre de la casa, asustandola un poco.
"Mierda, mi comida"
Dejó sus cosas de lado yendo a la puerta para atender, por alguna de las ventanas observó a sus abuelos afuera charlando con una persona en la oscuridad a quien no pudo dislumbrar bien por culpa de las persianas a medio cerrar. Estos tres estaban parados junto al basurero que compartían con el estacionamiento del centro comercial, probablemente otro tipo de Sunnyvale con ganas de comprar la casa para sus negocios. No era cosa nueva en el vecindario, por eso es que ya eran los últimos de la cuadra.
— ¿Hocus Pocus o el extraño mundo de Jack?
Al abrir la puerta ella se encontró con un desalineado pero divertido Wally que sostenía dos casettes de películas alquiladas en sus manos. Eran los últimos estrenos del año, ella jamás se había puesto a indagar muy bien en cómo es que el muchacho tenía esos contactos para conseguir copias antes que nadie, pero se beneficiaba de ello.
—Depende ¿Cuál es mejor?
La sonrisa de él se transformó en mueca. — ¿Me ves cara de sabelotodo? Ni siquiera las he visto
Le encantaba molestarlo de aquella forma, no sabía porqué pero el cjico tenía esa mahia que podía subirle el ánimo y hacerla reír incluso cuando estsba en sus peores momentos.
Ya adentro, estaban a punto de colocar la película cuando ambos escucharon el teléfono de la casa sonar. Maisie en primera instancia asumió que alguno de sus abuelos contestaría pero cuando los buscó, notó que ellos seguían afuera hablando con el hombre.
"Pero que insistente"
Rodó los ojos tomando el teléfono con naturalidad y ñuego se lo acercó a su amigo. —Es tú mamá. Dice que es urgente.
