005

4.8K 549 140
                                    

Si antes las miradas de Felix lo atravesaban como espadas, esta vez su mirada lo mandaba directo al infierno con una estaca atravesando su trasero.

- ¡Tatuajes! - gritó emocionado Chan mientras miraba su cuerpo, desde cabeza a pies con tatuajes de todo tipo.

- ¿Me explicas primero y después te asesino? ¿O te asesino y después le explicas al diablo? - habló Felix con la voz más intimidante que podía hacer.

Primer cagazo como padre, deberían darle un premio.

- Primero hablamos y después me das tiempo de correr - dijo con la voz más inocente que pudo hacer en ese momento.

- Entonces... comienza a correr - respiró profundo.

Changbin comenzó a correr como alma que la lleva el diablo, aunque este diablo era chiquito, con mejillas bonitas pero rojas de rabia. El mayor comenzó a lanzar objetos intentando dificultar la misión de Felix, aunque como esta situación ya la habían vivido un millón de veces, ya sabía que Felix pronto se cansaría de correr.

Y así fue, el menor poco a poco fue deteniendo su andar hasta quedar parado en medio de la sala con ambas manos en su cadera, recuperó un poco el aire para mirarlo.

- ¡Explícame ahora! - gritó y luego recuperó la compostura.

- No son permanentes te lo juro, se salen con agua - intentó calmarlo y al parecer había funcionado, al menos un poco.

- Más te vale que se les quite, porque mañana tenemos que ir al doctor y al psicólogo. ¿Qué van a pensar si los llevamos cubiertos de tatuajes? - gruñó.

- Que son unos niños muy cools - intentó bromear, pero al otro no le pareció para nada gracioso.

- Voy a raparte y usaré tu cabello de esponja.

Changbin tragó saliva. Estaba bien, si la había cagado un poco, pero estaba seguro que los tatuajes saldrían, al menos la mayoría.

- Ya niños, todos a bañar, quiero ver si tengo que asesinar a Changbin - los niños obedecieron dirigiéndose a la habitación del mayor.

- No te enojes, te juro que salen - pidió piedad, era muy joven y guapo para morir.

Felix se dejó caer en el sofá notablemente cansado, suspiró y cubrió su rostro con sus manos. ¿Tan enojado estaba?

- Felix...te lo prometo que saldrán, en serio tienes que creerme - intentó convencerlo nuevamente.

- Changbin, no estoy enojado contigo...digo si estoy enojado, pero no tanto, esto es algo pequeño - murmuró sin cambiar su posición.

- ¿Entonces qué pasa? - preguntó por la extraña actitud, comúnmente no llegaba tan cansado de su trabajo

.- Creo que necesito otro trabajo.

- ¿Por qué? Tú amas ese trabajo, ¿Pasó algo? - era muy extraño que el castaño quisiera retirarse, él sabía que era un trabajo que realmente amaba.

Felix suspiró - Estoy teniendo un problema con un compañero. Te juro que tú ya quedaste en segundo lugar de las personas que quiero golpear - no sabía si sentirse feliz por eso.

- ¿Alguien te está molestando? ¿Quieres que lo golpee? - si alguien intentaba pasarse de listo obviamente le partiría la cara, nadie se metía con Felix, sólo él podía hacerlo enojar.

El menor río. Al menos se había relajado un poco - Eso estaría genial pero no es buena solución. Solo buscaré un nuevo trabajo...y luego dejaré ese.

- Está bien. Pero insisto, si lo necesitas yo golpeare a quien sea - sonó tan serio que Felix después de mucho tiempo le había sonreído sinceramente, era pequeña pero ahí estaba, una sonrisa cálida. Algo en su interior dió una vuelta mortal y se quedó retumbando. Esas no eran mariposas, esas cosas eran abejas zumbando de un lado para otro.

padres - changlix ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora