Club- Malec 🐺

Reunión

Más tarde, ya en el loft, Magnus le explicó bien a Alec las razones por las que no lo había querido marcar.

-Pero Alfa... Yo ya me siento listo... Y quiero estar completamente unido a ti...

-Si es así, entonces lo haremos, mi Omega... Sólo te pido una horas... Esto tiene que ser especial...

Y así fue. Magnus lo envío a visitar a sus hermanos, y cuando Alec volvió en la noche, encontró el loft arreglado, con pétalos de rosas en el piso, y velas iluminando, como una escena de película romántica.

Y la noche pasó como ellos lo quisieron.

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2 meses después...

-Alec ¿Por que empezaste a ir con la psicóloga?

Estaban él, sus hermanos y sus cuñados en la casa en la que vivía Jace con la zanahoria. Alec no había encontrado el valor para decirles antes por lo que pasó, pero después de que su Alfa lo marcara se sentía más seguro, aunque igual habría deseado que hubiera estado con él para apoyarlo.

Magnus no había podido asistir a la reunión por cuestiones de trabajo, pero había prometido mandar a Ragnor por él a las 2. Aparte Alec podía sentirlo por el vínculo, y eso le daba tranquilidad.

Alec les contó toda la situación en el club, y observó como la cara de los Alfas se tornaba dura y asesina. El Beta abrazó a su Alfa, tratando de calmarla, y la otra Omega simplemente empezó a llorar, y en cuanto su Alfa se dio cuenta, empezó a calmarse en favor de consolarla.

-¿Qué sucedió?- preguntó Alec, confundido.
-Perdona, Alec. No pasó nada- Jace miró mal a su esposa, y después suspiró.
-Es que algo muy parecido sucedió hace un año con ella y su hermano, sólo que a ella la secuestró, y si yo no hubiera llegado...En fin, todavía tiene pesadillas de vez en cuando. Seguiré el ejemplo del brillitos, y la llevaré a terapia.
-Jace, por favor. No quiero ser una carga.
-Clary, deja que te ayuden. Créeme que yo también me sentí así al principio, pero si Magnus que solamente es mi novio me llevó ¿Qué no haría Jace por ti?
-Lo pensaré, pero dejemos eso de lado. Alec ¿Cómo era ese Alfa?- Alec lo pensó.

-Bueno... Era una fiesta de máscaras, así que no lo vi muy bien, pero tenía el cabello rubio.

-¿Como yo?

-No, casi blanco, como si se lo tiñera. Aunque no estoy diciendo que tú no lo hagas.

-¡Hey!

-Un poco de concentración aquí- canturreó Izzy.

-Cierto. Bueno, joven, con el cabello blanco y los ojos negros- Clary abrió mucho los ojos y empezó a hiperventilar.

-¡Clary!- gritó Izzy, preocupada.

-¿Clary, qué pasa?- Alec frunció el ceño en concentración

-¿Clary?- al ver que no respondía, le gritó a sus hermanos-¡Cállense! Clary, cariño, escúchame por favor- empezó a liberar feromonas - Izzy, tráeme una bolsa de papel de las que están en la cocina. Sin quemar nada, por favor- Izzy lo fulminó con la mirada, pero se apresuró a cumplir.

Cuando Clary ya estuvo mejor, sus cuñados le miraron con curiosidad. Al ver la mirada, el rubio suspiró.

-Clary a veces suele tener ataques de pánico con las cosas relacionadas al secuestro, pero francamente no tengo idea de qué pasó esta vez. Clary, cielo ¿qué sucedió?.

-Alfa, es él... Alec... Es Morgenstern...- a pesar de que Clary jadeaba, Jace le entendió bien y su cara se crispó, igual que sus puños.

-¿Qué pasa, Jace?¿Clary sabe?- Jace asintió.

-Alec ¿recuerdas que Jocelyn, la madre de Clary, es divorciada?- Alec asintió.- Bueno, ella tenía 2 hijos, pero cuando se divorció volvió a su apellido de soltera, y crió a Clary con ese apellido.

-¿Y eso que tiene que ver aquí?- preguntó Izzy.

-Mucho, porque Valentine, el padre de Clary, crió a su hermano con su propio apellido, y ya que tienen distintos apellidos y aspectos, nadie los relacionaría- Para ese punto, Clary ya se había calmado.

-Alec- dijo, tomando una respiración profunda- el hombre que te atacó es Sebastian Morgenstern, mi hermano.

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Alec salió trastocado de la casa de su hermano y su cuñada. Clary le había dicho que ella tenía pruebas que lo podían hundir, pero que Morgenstern la había descubierto, y por eso la había secuestrado; y que después de eso, ella no había encontrado la fuerza para entregarlo.

Pero ahora que sabía con certeza que había atacado a otra persona, le había entregado las pruebas que tenía, para que con ayuda de su Alfa lo hundiera.

El problema era que Alec no quería hacer eso con su Alfa. A pesar de que ya había ido a terapia, todavía no quería ser una carga para Magnus, así que decidió que lo haría solo.

Había acordado con Ragnor de verse en el centro comercial, y la estación de policía estaba a unos metros. Tal vez, si se desviaba un poco...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando chocó con alguien. Estuvo a punto de disculparse, pero de repente sintió como la otra persona lo olisqueaba.

-Hola, guapo- sintió que su corazón se saltaba un latido cuando reconoció esa voz.

Era él.

-Sebastian.

-Oh, vaya, ya sabes mi nombre. Y aunque eso me agrade bastante, debo preguntar ¿Cómo lo sabes?

-Me lo dijo una de tus víctimas. Ya sabes, tu hermana.

-Oh, esa niña. Pero ya no estoy interesado en ella. Sabes, encontré a alguien más... interesante- dijo, mientras se acercaba a su cuello. Alec sólo se retorció para alejarse de él, haciendo que dejara expuesto su cuello y su mordida. Sebastian levantó las cejas.

-Vaya, vaya. Veo que alguien se me adelantó- Alec quedó en shock.

-¿Qué?¿Yo era ese alguien más?- Sebastian rio.

-Por supuesto, cariño- Alec no pudo evitar notar que esas palabras dulces sonaban venenosas en los labios de Sebastian, a diferencia de Magnus- Si cambias de opinión...

-Jamás- Alec se irguió, pero no hacía mucha diferencia estando de frente con un Alfa.

-Un hombre puede soñar. De cualquier manera, mi oferta sigue en pie. Puedes buscarme en Edom.

-¿Edom?

-Mi club. Si algún día quieres cambiar de Alfa, estaré ahí- con una sonrisa igual de venenosa, se fue. Alec no sabía si sentirse horrorizado de que su atacante le coqueteara, o asombrado de que él hubiera aguantado tan bien.

-¡Alexander!- por fin alguien que quería ver. Volteó justo para ver que un Magnus trajeado, pero con la camisa arrugada y el cabello despeinado, corría hacia él, antes de tomarlo por los hombros y checarlo rápidamente.

-Magnus ¿Qué haces aquí? Tu terapia...

-Salí más pronto. Te sentí sorprendido, y después estresado y asqueado, así que Ragnor fue primero por mí. ¿Qué sucedió?

-...

-Alexander, por favor...

-Yo... me acabo de encontrar con él... Me dijo que me quería a su lado, y que estaría esperando por mí...

-Oh, Alexander...- Alec no sabía que tan estresante fue para él esa situación, no hasta que Magnus lo abrazó, y entonces finalmente pudo relajarse y llorar...

-Alfa, yo...

-Shhh, tranquilo, mi amor. Te tengo, estás seguro conmigo. Y créeme, tú a la calle sin mí no sales más.

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Juro que el siguiente capítulo ya es el último.

Gracias por seguirme leyendo. ♡♡♡♡♡♡