Hospital

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Todo el personal en el hospital "Nefilim" se aterró al ver cómo un enorme lobo negro con un chico inconsciente sobre su lomo entraba como buscando algo, y nadie se atrevió a interponerse entre el y el escritorio donde se encontraba una enfermera, que al voltear y verlo, en vez de asustarse, se puso a dar órdenes.

- ¡Traigan una camilla!- al ver qué no reaccionaba nadie, gritó con voz de Alfa- ¡YA!

Un Alfa se acercó a intentar cargar al chico,y un sólo gruñido del lobo lo detuvo. La enfermera que había gritado rodó los ojos, tomó al chico entre sus brazos y lo colocó en la camilla, para después golpear al lobo en la cabeza, consiguiendo otro gruñido.

-¿Qué está pasando aquí?- dijo la jefa de enfermeras.

Pero con un sólo vistazo captó la escena, y dijo:

-Si alguno de los Alfas aquí presentes valoran su trabajo y su vida, será mejor que se mantengan alejados del Omega. Sólo Omegas y Betas ¿entendido?- todos asintieron.

- Etta, tú eres la única Alfa con permiso de estar con él- la enfermera Alfa asintió, y el lobo volvió a gruñir

- Y tú, ven conmigo- acto seguido, la Beta tomó de la oreja al lobo, que sólo aulló de dolor, y la siguió obediente hasta la puerta, dónde lo soltó.

Y cuando el lobo intentó entrar de nuevo, la enfermera le tapó el paso, lo que le ganó a ella un gruñido, y al lobo otro golpe.

-Ahora escúchame bien, Magnus Bane. Si en 15 minutos no estás aquí ya vestido,yo misma me encargaré de que no puedas entrar a ver a tu Omega- el lobo iba a enseñar los colmillos, pero con una mirada enojada de la Beta se lo pensó mejor y bajó la cabeza y las orejas.

-Ahora ve- más tardó la enfermera en decirlo, que el lobo en desaparecer.

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3 horas después, Alec despertó, y lo primero que vio fue a su Alfa besando el dorso de su mano derecha.

Le dio tanta ternura la escena que intentó mover la mano izquierda para acunar su rostro, pero al intentar hacerlo experimentó una corriente de dolor que hizo al Alfa levantar la cabeza.

-¡Alexander! Oh,mi amor. Estás despierto- dicho eso lo besó, y Alec no tardó en corresponderle.

-¿Qué pasó?- preguntó con voz ronca.
-¿No lo recuerdas?- preguntó el Alfa, preocupado.

- Recuerdo que Sebastian disparó, y que yo te cubrí...
-Se suponía que yo debía protegerte, no al revés- dijo el Alfa, desanimado.
- También yo quiero protegerte. No me subestimes, Alfa.

-Nunca, mi amor. Continúa.
- Recuerdo que caí, que me sostuviste y me ayudaste. Y después...- el Alfa vio una sombra de duda.

-¿Después que, amor?
-No, eso... Eso no pudo haber pasado.
-¿Qué más recuerdas, amor?

- Había un lobo... enorme y negro, que se lanzó contra Sebastian, lo tirò al piso y lo arañó, y después se acercó a mí, y me desmayé...- después sacudió la cabeza.

-Pero eso no pasó ¿o sí? Es decir, sólo los Alfas màs poderosos y agresivos tienen un lobo, y sólo sale cuando tienen un mate, o en extremo peligro,pero... - calló cuando vio la expresión de su Alfa - ¿Magnus?No fue real ¿cierto?

Magnus no se atrevía a mirarlo a los ojos.

Él no le había dicho a Alec que tenía un lobo, por la simple y sencilla razón de que había mantenido a raya a su lobo desde aquella vez en la que salió para matar a su padrastro que quería ahogarlo tantos años atrás.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2022 ⏰

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