Todas las historias empiezan igual, pensé. Pero esta va a ser distinta, como yo. Todo empieza...
Todo empieza en la escuela, con mis amigas, clase de Matemática a las 7:00 AM. Todas esperando el recreo y todavía faltaban treinta y cinco minutos. Los recreos eran comunes, todos los días lo mismo: merienda, charla, timbre y clase. Sucesivamente. Ese día no podía ser tan genial si empezamos la mañana con Matemática. Estaban por empezar las vacaciones, obviamente estaban todos emocionados y con grandes expectativas, pero yo no. Es lo mismo todos los años: fiestas, pileta, dormirse tarde, despertarse tarde y juntarse mucho. Eso era básicamente mi problema, para mi era siempre, todo, lo mismo, todo me daba igual, como si nada me importara. Eso demostraba yo, pero la realidad era lo contrario. Por momentos parecería que solo mis amigas me entendieran, y mis papás solo sirvieran para llevarme la contra en todo.
En fin, era el primer lunes de vacaciones, como de costumbre, me desperté a las 6:00 AM y a las 7:00 ya había desayunado. El resto de la mañana lo aprovecho leyendo, o saliendo a caminar. Precisamente, salí a caminar. Me gustaba ir por parques y plazas, siempre con mis auriculares blancos que reproducían un pop tranquilo, lo que yo quería. Y mi ropa, bueno.. Mi ropa no era de lo mejor, soy una persona sencilla, ese lunes llevaba unos shorts, una camisa de jean, y un pañuelo cuadrille alrededor de mi cuello que me encantaba como quedaba. Aquel día, pasando por un puente sobre el lago del parque, lo vi. Un chico alto, castaño, de ojos verdes claros, con una sonrisa que verdaderamente enamora, como hizo conmigo. Sonaba raro, pero yo tenía 15 años y eso todavía no me había pasado nunca. Llegué a mi casa al mediodía, justo para almorzar. Siempre almuerzo con mi mamá y mi hermano. Mi papá? El trabaja.. siempre trabaja. Y si hablamos de mi hermano, bueno, el tiene 18 años, a veces nos peleamos pero la verdad es que amo tenerlo.
Después de comer, mis amigas empezaron a hablar por nuestro grupo de WhatsApp para organizar y juntarnos a la tarde. Después de muchos mensajes que leí y no respondí, acordaron en ir a la casa de Miquela, o Mike, como le decimos.
Antes de ir, dormi unas horas de siesta, para estar enérgica con mis amigas.
Nosotras somos 9. Mike, Gabi, Agus, Lu, Ema, Roci, Cati, Flori, y yo, Agostina.
Después de que me desperté, me vestí igual que a la mañana, me pinté las uñas, y busqué mis zapatillas Vans, pasé por la casa de Gabi, y de ahí fuimos a lo de Mike. Todas amábamos su casa, ella vivía en el centro de la cuidad, al frente del parque, donde pasan todos. Entre nosotras, Cati, Roci y Gabi tenían novio. Las otras o andaban en algo, o como yo, que me enamoré de un chico que vi en el puente del parque. No me pude resistir y les conté a mis amigas, se lo describí por completo pero ninguna lo conocía, y no me pudieron dar su nombre. Lu , nos contó que Tomi, el chico del que ella gustaba hace un montón, le había mandado mensajes. En eso , Cati también nos contó que Igna, su novio, iba a grabar un disco con su supuesta banda. Ella siempre nos contaba que tenía una banda, pero entre un año desde que sabemos de eso ninguna escucho ni una sola canción de ellos. Mas a la tardecita, todas nos cruzamos de la casa de Mike al parque, porque a esa hora van todos los adolescentes. "Todas" menos Lu, Tomi la había invitado a dar vueltas en auto.
