Capítulo 4 - Te odio

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Que que me dijo? No se si diría lo que me dijo. Tampoco sabía si estaba exagerando, pero me sentía así porque así era yo... Me hablo sobre su novia. Si, NOVIA. Por dentro ya estaba tirada en el suelo llorando y puteandolo, aunque no lo demostraba. ¿Y que le voy a decir? Si no somos nada. Propuso que los tres nos presentemos y demás cosas que obviamente yo NO quería hacer por nada en el mundo. Normalmente no era del tipo de personas que clavaba vistos, pero las opciones en ese momento eran;  putearlo y quedar mal, morirme, o clavarle el visto. Esto si se lo iba a contar a mis amigas. Por lo menos me lo dijo una semana después de que lo conocí, me ahorró quinientas ilusiones y me bajo el buen humor en un segundo. Era una de muchas pruebas de que se puede pasar del amor al odio en solo un mensaje. No entendía por que me había tratado tan bien si tenía novia, no sabía si el confundido era el mundo o era yo.

Después de quejarme como por una hora, me puse a escuchar música deprimente. No era precisamente por la ocasión, sino que me gustaba ese tipo de música. Me fui a dormir tempranísimo, ni siquiera cené, no tenía ganas. 

Al día siguiente, hablé por el grupo de las chicas, y dije que ese día si o si necesitaba juntarme con ellas, así les contaba y me sacaban un poco el mal humor. Dijeron que si, que tenían ganas de juntarse, y Ro dijo que vayamos a su casa. Dormí la siesta, me desperté, y me fui de Ro. Antes les había contado algo a las chicas por WPP pero una parte, porque me gustaba dejarlas con intriga. Llegué a la casa de mi amiga, después de caminar 11 cuadras, y mis amigas hicieron como si yo nunca hubiese dicho que tenía que contar algo. No me dan importancia. Así que tomé la iniciativa yo y dije que tenía que terminar lo que empezé a contar. Mis amigas empezaron a decir que Faustino era un idiota y que no tenía que hablarle ni verlo nunca más. Yo pensaba lo mismo, pero seguía habiendo algo que hacía que me siga gustando, aunque hasta yo estaba tratando de eliminar ese "algo". O sea por un lado yo pensaba que él probablemente estaba confundido, o lo había hecho con una intención distinta, que ni mis amigas ni yo habíamos tenido en cuenta desde un principio, y por otro lado también pensaba que era un p*to idiota. Era un poquito bipolar. Después con mis amigas seguimos hablando de cosas no tan importantes.

Más tarde volví a mi casa, me bañé, cené y me acosté a pavear un rato con mi celular. Abro Instagram; una foto de Faustino, lo dejé de seguir. Abro Twitter; un tweet suyo, lo dejo de seguir. Abro WhatsApp; los mensajes suyos en los cuales yo le clavé el visto. después me cansé de que me pase esto así que dejé el celular y me fui a dormir. Al día siguiente..

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