Lo que produces en mi

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Cuando MinHo dejó a sus amigos, se dirigió hacia los casilleros a su encuentro con JiSung. En ese momento quiso suspirar de cansancio, odiaba este tipo de situaciones. Era más que obvio que el chico se le iba a declarar y él detestaba perder el tiempo escuchando los sentimientos absurdos de chicos y chicas que intentaban de alguna u otra forma tener una cita con él.

¿Cómo era posible enamorarse de alguien a quien no conoces? El gran número de respuestas que recibía eran muy superficiales:

"Porque eres lindo", "Me gusta como vistes y lo popular que eres", "Creo que eres muy guapo".

Y así MinHo podría seguir mencionando las miles de razones que todos sus "pretendientes" le daban. Por esto mismo, decidió que si ellos podían ser superficiales, él también lo sería. Aunque el caso de JiSung no dejaba de sorprenderle. El chico tenía agallas. En el pasado se le habían declarado chicos y chicas gorditos, con grandes anteojos o hasta con atuendos muy pasados de moda, pero jamás uno que tuviera todas esas condiciones. JiSung era el primero y MinHo tenía curiosidad de escuchar cuales serían las razones que le daría para decir que gustaba de él. Pero cuando MinHo llegó a los casilleros, JiSung no le estaba esperando. Quizás se había retrasado por lo que se apoyó contra la muralla y esperó. Esperó por quince minutos que luego de unos cuantos más, se volvieron treinta, cuarenta y MinHo ya no esperó más. Estaba furioso y molesto. JiSung le había dejado plantado y eso él no lo dejaría pasar tan fácil.

*****

A la mañana siguiente cuando JiSung despertó, hizo a un lado los pensamientos respecto al día anterior y se vistió como si nada intentando mantener su dulce sonrisa en el rostro.

"Buenos días" saludó al bajar.

Tomó lugar a un lado de su padre y esperó por el desayuno mientras era interrogado como todos los días.

"¿Qué tal el colegio, JiSung? "oyó al hombre preguntar.

"Bien, supongo".

Su padre quitó la vista del periódico que leía y le miró, su ceja arqueada y expresión curiosa en el rostro.

"¿Supones? ¿Qué clase de respuesta es esa?"

JiSung sonrió nervioso.

"Que nada nuevo ha pasado, todo sigue igual, Aboji."

La repuesta no pareció dejar conforme al hombre pero la madre de JiSung apareció justo para salvarle y acabar con las preguntas incómodas.

"JiSung-ah" habló ésta, tomando lugar a su lado "estoy feliz de que te esté yendo bien en la escuela pero de vez en cuando deberías divertirte hijo y salir con tus amigos, jamás nos has presentado alguno, no te sientes avergonzado de nosotros, ¿verdad?"

"¡Por supuesto que no, Omoni!" Se apresuró en aclarar con una sonrisilla nerviosa "no se ha dado el tiempo para invitarles, es todo" mintió. Bajó la vista hacia el pocillo y empezó a comer.

No podía decirle a sus padres que en realidad no tenía amigos, no quería preocuparles. JiSung estaba bien así, o al menos intentaba convencerse de aquello.

"¡Casi se me olvida!" Saltó su madre de pronto "he preparado un nuevo dulce para la tienda. Es de milhojas con mermelada de arándano, pruébalo y luego me dices que tal, ¿bien?" pidió extendiéndole el dulce sobre la mesa.

JiSung lo recibió con una pequeña sonrisa.

"Gracias Omoni, lo probaré en el descanso" dijo guardándolo en su bolso.

Su madre le miró sorprendida.

"¿No lo comerás? ¿JiSung, estás enfermo?"

"Estoy bien, sólo que ahora no tengo mucha hambre" explicó levantándose de la silla "será mejor que me vaya, no quiero llegar tarde."

Quiéreme tal como soy (MinSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora