Hermosa Coincidencia

Capítulo 5

Valentina.

Después de que el chef se fue me presente con los chicos y empecé a llamar a uno por uno Fer me decía el nombre del jugador y el grupo al que perecía y yo lo buscaba en el sistema para revisar que su menú fuera el indicado.

Hernán fue el primero.

-Hola chicos- dijo sonriendo

-Hola- dijo Fer- su número de jugador es el 5488- me dice.

Listo, ¿aparece que su menú es el b? - pregunto a lo que Fer solo asiente- vale puedes comer de la barra 2- digo sonriendo.

-Gracias chef- dice antes de sonreír e ir para su barra.

- ¡Franciscooo! - grite lo más fuerte posible ya que ellos hacían mucho ruido. Unos segundos después Francisco estaba parado en frente de mí.

-Hola pequeños- Fer y yo lo vimos con cara de admiración ya que Fer y yo somos parte de los equipos de futbol de nuestra escuela.

-Hola- dijimos ambos, pero en un tono que le causo gracia.

-Fer... Fer... Fernando- dije hablándole a mi amigo el cual seguía mirando a Francisco sin poder creer que estaba enfrente de él.

- Mande- dice este saliendo del trance en el que estaba.

- ¿Cuál es su número de jugador? - dije riendo y sabiendo que podría molestarlo con esto por al menos unas cuantas semanas.

- Claro, perdón- dice mi amigo apenado.

-No hay problema- dice Francisco aguantándose la risa lo cual me causa aun más risa a mí.

- El número del señor Francisco- empieza a decir Fer, pero es interrumpido.

-Pancho y sin el señor, no porque ya tengo hijos significa que soy tan viejo- los tres reímos y seguimos.

- El numero de Pancho es 8403- yo solo asiento y lo ingreso al sistema.

- Barra 3 por favor- él sonríe y yo por inercia también lo hago.

- Gracias chefs- dice sonriendo.

- ¡Humbertoooo! – grite.

- ¡Yo! – dijo y cuando menos me di cuenta ya lo tenia a un lado de mí.

- Hola- dijimos ambos al mismo tiempo por lo que nos reímos.

- Hola, su número es el 5689- dijo Fer.

- Va, entonces tu barra es la 1- dije sonriendo, realmente me empezaba a gustar esto todos son muy amigables.

- Gracias linda, gracias hermano- dijo sonriendo y camino a su barra.

- ¡Marcoooo! -grite sonriendo ya que yo ya lo conocía. Lo veo caminar con la misma sonrisa que la mía.

- Hola señorita- dice en tono coqueto lo cual me da risa- Disculpe si la molesta señorita, pero ¿Tiene novio o es casada? – dice aguantando la risa.

- Hola caballero yo no pero tu si- y fue ahí cuando ninguno de los tres se aguantó la risa.

- ¿Cómo les esta yendo, todo bien? – nos pregunta con su característica amabilidad que de hecho es una de las cosas por las que somos amigos.

- Todo bien- decimos sonriendo Fer y yo al mismo tiempo.

- Todo me encanta- digo causando una sonrisa y una sonora risa en Marco.

- Y todo lo que les falta de conocer pequeña. Viajes, fiestas, reuniones y un sinfín de mas cosas que te van a volver loca- dice Marco con un brillo en los ojos imaginando todo lo que acaba de decir.

- ¿Es posible que quede mas loca de lo que ya está? – pregunta Fer a lo cual ambos ríen y yo solo ruedo los ojos.

-Ya se habían tardado, por cierto, que bueno que te veo sin tus amigos es que... bueno... quería pedirte por favor que ellos no sepan que tu me metiste aquí, no queremos bueno quiero que piensen que por conocerte estoy aquí- digo un poco rápido haciendo notar mi nerviosismo. Marco solo sonríe y me ve con esos ojos con los que he visto que ve a su hija, que transmiten cariño y aprecio.

- No te preocupes pequeña, no les diré que yo te recomende pero si que te conozco y tranquila que también tu otro secreto esta a salvo conmigo- dice mientras giña un ojo- Ya todos se dieron cuenta que ya tardaron mucho conmigo así que no podremos negarlo, ¿les parece bien? - a lo que ambos asentimos. Yo por mi parte mire hacia la mesa en donde el estaba sentado hace un rato y vi a Diego viendo hacia nosotros, pero no le tome importancia.

- Bueno, su número es 5930- dice Fer lo meto al sistema y sale la barra 3.

-La 3 por favor, Marc- digo sonriendo.

-Gracias chicos adiós, cuídense, cuídala ¿ok? – esto último diciéndoselo a Fer, ambos solo asentimos.

Y seguimos mencionando a más chicos, pasaron Samuel y Camilo los cuales también son muy amigables y me hicieron reír mucho. De repente leí la lista y de solo ver el nombre de la persona que seguía sentí mas nervios de los que ya sentía.

- ¡Diegooo! – grite y lo vi, venia caminado hacia mi con su mirada clavada en mi lo cual me hacia sentir mas nerviosa, pero que manera de caminar...jamás imagine verlo en persona. Fer que es mi amigo desde hace mil años sabe cuanto me gustaba hace un tiempo por lo que se empezó a reír y yo voltea a verlo fulminándolo con la mirada causando una risa mayor de su parte. Y cuando regrese a mi vista hacia delante el ya estaba parado enfrente de mí.

-Diego, Diego Lacunza mucho justo- yo solo estire la mano, no sabía que hacer y él, él se veía tan tranquilo con una hermosa sonrisa y un brillo en los ojos que jamás había visto. Tenia tiempo que no lo seguía ya que la escuela, los partidos y las practicas me tenían muy ocupada y pensé que ya no me gustaba, pero carajo creo que ahora me gusta más.

-Hola- logre decir después de recibir un discreto codazo por parte de mi amigo lo cual le agradeceré después. Ambos nos quedamos viéndonos directamente a los ojos aun con nuestras manos tomadas en forma de saludo y no sé porque, pero me gustaba esta sensación, me gustaba que sus ojos estaban fijos a los míos y que esto causaba una sonrisa en su cara.

- Ok, bien eres Diego... entonces su número es.... 2310- Diego y yo seguíamos igual con los ojos fijos entre si- Val...Vale... Tini... Tierra llamando a Valentinaa - dijo mi amigo llamándome por el apodo que él siempre me dice.

- Claro, eh necesito mi mano para hacerlo- digo un poco apenada y a la vez enojada por cortar este momento. Si me dieran un deseo pediría quedarme así toda la vida.

-Cierto, perdón, en serio una disculpa, lo siento- dijo algo sonrojado y yo solo reí.

-Veamos, 2310, en la barra... 1 por favor- dijo sonriendo como vil tonta, sinceramente creo que mis mejillas terminaran doliendo horrible.

- Gracias hermanito- dijo chocando su puño con Fer- Gracias Val- dijo acercándose a mi y dejando un beso en mi mejilla y quedándose ahí un segundo permitiendo que oliera su perfume y sí me volví a enamorar de él.