Nudo

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Los besos y las caricias no se habían detenido, siguieron avanzando hasta el final pues sabían que ambos lo deseaban. Era el último día del celo de Rin, y por esa razón había sido más intenso que los anteriores, quería que Haru se sintiera tan bien como él.

Pero había algo que aun quería experimentar a su lado y, mientras lo besaba lentamente acariciando su cuerpo desnudo concentrando toda su atención en aquella zona que casi pedía a gritos sus caricias, volvió a colocarse sobre él con la decisión grabada en su rostro.

—Espera Rin... —su mente estaba concentrada en el placer que estaban compartiendo, pero en cuanto lo sintió haciendo eso sus sentidos volvieron a alertarse.

—Aun no hago nada... —la expresión de Haru le parecía adorable, y aunque quizá hubiera sido mejor hablar de eso antes de actuar, temía que se negara.

—Pero sé lo que intentas, y no quiero que hagas una locura —sentía los dedos de Rin jugando con el trozo de látex sobre él y no estaba seguro de si hacer lo que planeaba era la mejor decisión.

—No es una locura, de verdad quiero sentirte. Desde la primera vez que te toqué no he dejado de pensar la sensación que provocará, tu reacción al hacerlo y el sonido de tu voz —disminuyó la velocidad de sus movimientos mientras lo miraba—. Quizá debí decírtelo antes, pero sé cuanto te preocupa perder el control.

Estaba a punto de decir algo, pero Rin se lo impidió. Sabía lo serio que era Haru con todo lo relacionado a su vida en pareja y lo importante que era para él demostrarle que sus acciones eran motivadas por el amor y no solo por el instinto.

—Quizá mi celo me haga desearte con más fuerza, pero eso no cambia el hecho de que incluso cuando no lo estoy piense en ello. No tienes idea las veces que he imaginado el momento en que lo hagas y cuanto espero que llegue.

—Rin, sabes tan bien como yo que el celo aumenta las posibilidades de un embarazo, y que incluso si yo no estoy en celo el nudo puede formarse... —deseaba a Rin, y aunque se esforzara por ocultarlo él también deseaba compartir ese momento juntos.

—Y justo eso es lo que más deseo sentir en este momento —no se había detenido y ahora solo los separaba la duda en Haru—. Está bien si aun no quieres que tengamos hijos, hay otras formas para evitarlo. Pero al menos déjame sentirte así una vez, por favor —su mirada seguía clavada en la contraria, no quería obligarlo a nada, pero necesitaba hacerle saber lo mucho que deseaba aquello.

Haru no supo que responder, eran tantas las cosas que le hacían dudar en ese momento que no podía tomar una decisión. Él también había deseado hacerlo de esa manera en más de una ocasión, pero siempre había algo que lo detenía, incluso ahora que sabía que Rin quería que ocurriera.

Volvió a besarlo lentamente, acariciando su piel y recorriendo cada espacio que tenía a su alcance. Ya había pasado antes por momentos así y debió aprender que dejar de contenerse resultaba mucho mejor de lo que esperaba.

Terminó colocándose sobre él mientras acariciaba lentamente aquella zona que parecía ansiosa por volver a sentirlo casi pidiendo permiso para continuar. Pero era obvia la respuesta y antes de que pudiera hacer algo más nuevamente estaba fundido con él.

Solo hubo un ligero quejido por parte de Rin al sentir de nuevo la intromisión, pero estaba tan ansioso por ello que pronto se aferró a su cuerpo mientras acariciaba su espalda y algunos ronroneos escapaban invitándolo a continuar.

Los movimientos y las caricias habían aumentado de intensidad; los besos, suspiros y te amos se multiplicaron y sus aromas invadían por completo la habitación. Estaban concentrados únicamente uno en el otro y solo querían prolongar el momento tanto como les fuera posible.

El momento que ansiaban por fin llegó, fue evidente el cambio en el cuerpo de Haru y ambos lo percibieron. Era una sensación extraña, pero no incómoda; no podía definir lo que estaba sintiendo, lo había deseado durante mucho tiempo y se sentía más que satisfecho por obtenerlo.

Pero también era extraño pensar que durante algunos minutos solo podría seguir en esa misma posición pues moverse resultaba un tanto incómodo, sin mencionar la sensación de humedad que el final de su encuentro produjo.

Y aun así, mientras esos pensamientos rondaban su mente, encontró el rostro de Haru frente a él. Parecía bastante complacido y daba pequeños besos sobre su cuello mientras acariciaba sus costados con tal suavidad que parecía apenas tocarlo.

Suavemente acarició su rostro para que lo mirara, el azul y el rojo se fundieron tan pronto se encontraron pues sabían que cada una de las acciones en ese encuentro era consecuencia del amor.

Volvieron a fundirse en un beso mientras se abrazaban con fuerza, quizá ninguno de los dos podría moverse mucho durante un buen rato, pero poco importaba luego de todos los sentimientos experimentados y las emociones compartidas con cada beso, cada caricia y cada movimiento.

















Nota: skvqirjt Bueno, al menos solo fue un día de retraso xD En fin, ha sido difícil tener los últimos días a tiempo pero me esforzaré por terminar en tiempo

Y nada, espero poder recuperarme antes de que acabe el mes, nos seguimos leyendo

Omegacember (HaruRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora