{ T E R M I N A D A }
Kim Sunoo era un adolescente de tan solo 19 años, era decidido a todo, inteligente, alegre, educado y sobre todo, super hiper mega heterosexual, si señor, y es que él no entendía como es que sus amigos le decían que ya salga de...
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— E-espera, ve más despacio — Sun mantenía sus ojos cerrados al sentir como el mayor iba aumentando la velocidad de las embestidas.
Sus pieles chocaban creando un sonido para nada sano, trataban de no ser ruidosos por miedo a que los menores los escuchen, pero era algo imposible.
— Shh, o los chicos te escucharan — el japonés posó una de sus manos sobre los labios del menor tratando de callar sus gemidos.
— P-pero duele, mmhg, ve despacio por favor —.
Nishimura al notar su rostro adolorido cedió a su petición, bajo el ritmo comenzando a dejar besos en sus mejillas sonrojadas.
— B-bueno tan hetero ya no eres —.
— Dios — el platinado mordió su labio dejandose hacer por los besos del mayor — cierra la boca y has tu trabajo —
El dormitorio estaba siendo testigo de lo que pasaba entre ambos, como se convertían en uno solo, compartiendo algo tan íntimo como lo era el sexo.
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— Ho-oonie no seas brusco — Shim mantenía sus labios entre abiertos dejando salir pequeños jadeos.
— Pero a ti te gusta así —.
— Pero esta vez me duele, quiero relajarme —.
El mayor suspiro bajando el ritmo — ¿Ahora si? —
— Genial —.
— Chicos, han visto mi.... ¿qué hacen? —.
— ¿No es obvio?, Hoon me hace masajes —.
— Si, Jakey a estado muy tenso y definitivamente necesitaba uno urgente —.
— Okey.... mamá los a estado llamando hace rato, dijo que si no bajan ahora, ella misma subirá y los bajará a chanclasos —
Los mayores se levantaron rápidamente saliendo de la habitación, empujando al menor de los tres en el camino.
— MAMÁ, LOS SIMIOS ME EMPUJARON —.
— NO ES CIERTO — SHIM Y AHN GRITARON AL UNISO.
Una vez que los tres llegaron a la cocina la mujer los miro sin ninguna expresión.
— Sientense —.
— Pero mamá, los simios casi hacen que me caiga —.
— Leo.... no les digas simios — el nombrado fruncio el ceño — y ustedes tengan cuidado, Jake, sabes que tu hermano está mal de la muñeca, cualquier golpe lo puede empeorar —
— Si señora / mamá —.
— Bueno — la pelinegra cambió su expresión sonriendo — coman antes que se enfríe la comida y pierda lo nutritivo —
