{ T E R M I N A D A }
Kim Sunoo era un adolescente de tan solo 19 años, era decidido a todo, inteligente, alegre, educado y sobre todo, super hiper mega heterosexual, si señor, y es que él no entendía como es que sus amigos le decían que ya salga de...
El nombrado se levantó saliendo de la celda, nunca espero terminar de ese modo, menos que su lindo e inocente primo de tan sólo 15 años lo fuera a visitar.
— ¿Que haces aquí? —.
— Te extrañaba hyung —.
— No puedes volver aquí, ¿dónde esta tu madre? —.
— Trabajando, consiguió un trabajo y prácticamente no para en casa —.
— ¿Quienes cuidan de ustedes? — el menor bajo la mirada— ¿cuidas de tus hermanos y de ti mismo?... Sunoo apenas cumpliste 15, no puedes hacerte cargo de los tres —
— Pero si no lo hago yo entonces quien lo hará?, mamá trabaja y tú.... estas aquí, sabes que no me llevo bien con nuestra familia —.
— Sun... —.
— ¿Porqué lo hiciste? —.
— No tienes que saber nada —.
— Claro que tengo que saberlo, mataste a una persona, dime por qué lo hiciste, hyung, apenas tiene 18 —las lágrimas del pelinegro empapaban su triste rostro— se arruinó la vida, estará dentro de este horrible lugar por cuatro años —.
— Lo siento mucho pequeño, no fue mi intención matar a ese hombre, yo solo quería defenderme y no me quedo de otra —.
— E-esta bien, espero que el tiempo aquí dentro lo ayude a reflexionar en lo que hizo —Sunoo se levantó del asiento sonriendole débil— lo veo en cuatro años —.
— Sunshine — el contrario lo miró — no digas nada, hay gente que no dudará en hacerte daño por ser familiar mío, aparte de esto estaba metido con las drogas, cuando salga has como si no me conocieras, borra todo rastro de nuestro lazo familiar —.
Y eso fue lo que hizo, fue fácil, los únicos que sabían que eran familia eran sus mejores amigos. Cuándo Yobing salió de prisión se contacto con el menor, se veían con cuidado para que nadie los vea juntos, el mayor tenía mucho cuidado con sus primos y haría lo que fuese por cuidarlos.
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— No puedes hacerme esto Riki..... no puedes volver a dejarme o él me hará daño — cerro fuertemente sus ojos apretando el acelerador, pero.... ¿en realidad eso quería?, estaba apuntó de acabar con la vida de dos personas— lo siento — en una rápida acción abrió los ojos para desviar su camino chocando contra un camión estacionado.
— ¡TAKI! —.
Podía escuchar los gritos desesperados de las personas tratando de ayudarlo, podía escuchar la voz de Ni-ki... le pedía que se quedará, pero era imposible, los ojos le pesaban y le dolía como la mierda todo... quería acabar ya con ese sufrimiento.
— Lo siento jóvenes pero no pueden pasar —una de las enfermeras detuvo a ambos chicos.
— Tranquilo Kiki — Kim abrazaba al mayor quien no dejaba de llorar.
