Su casa

609 60 8
                                    

Blue PDV:

Estaba en la casa de Abraham.Me había colado por la ventana.Si, por la ventana ¡Llamadme loca si queréis! El motivo por el que estaba allí se resumía en dos palabras: Remember Me. Hacía horas que las vi dibujadas en un lateral de su torso y no he podido sacármelas de la cabeza.

Miré a Abraham, que se había mareado un poco pero que después me miraba sin ninguna expresión en sí rostro.

- Eso no es asunto tuyo.- dijo con los brazos cruzados.

- En parte sí es asunto mío.Debo de ocuparme, aparte de que mis alumnos aprendan, de que estén alegres y concentrados.- era una excusa razonable, bueno, no tanto.Abraham se rió.Vale, obviamente no sabía mentir.

- Bueno ¿cómo has sabido la dirección de mi casa?

- Por los archivos escolares.- dije tan normal.

- Ja, y después dices que yo soy el acosador.- escuché un puerta abrirse.- Pues mira que t.- le tapé la boca corriendo.Él se me quedó mirando como diciendo "¿Pero a ti qué te pasa? "

- Shh, hay alguien en casa.- le dije susurrando.Le quité mi mano de la boca.- ¿qué vamos a hacer? - estaba asustada y con la respiración agitada.

- Abre el cajón de la cómoda y saca las cuerdas que tengo.- alcé una ceja.- ¿cuerdas? ¿qué eres?¿una especie de Christian Grey en miniatura?

- Tú solo sácalas.- dijo susurrando.Hice lo que me dijo y las saqué.

- Ya está. ¿Contento?

- No del todo, pero eso lo solucionaremos luego.- me guiñó un ojo y yo rodé los míos y les di las cuerdas.- voy a coger una cosa del armario, vigila que nadie entre a la habitación.- asentí y empujé la puerta para afuera para que no se pudiera entrar.Abraham sacó unos palos de billar.- ya estamos preparados, ahora vamos a intentar no hacer ruido.- abrí la puerta sin hacer ningún ruido y salimos.Por una ventana se podía contemplar la luna llena que había esa noche.Miré al frente y me impresioné.Si el cuarto de Abraham era grande, el resto de la casa mucho más.Había una escalera rodeada de una barandilla para mayor seguridad.Me asomé y vi una silueta negra.Era muy bajita, así que supuse que el individuo estaba gateando para que no le vieran ni oyeran sus pasos.Estaba cerca de la escalera.Bajamos muy despacio y sin hacer ruido y cuando ya estubimos cerca pude ver que era como una especie de bola peluda.Abraham iba corriendo hacia ella,Vi un interruptor.

- ¡Espera! Si solo es... - le dí al interruptor para que se encendiera la luz.- ¿un perro? ¿qué hace aquí un perro?

- ¡Simba! ¿qué haces pegándonos sustos granujilla? .- dijo Abraham arrugando la nariz y sonriendo mientras jugaba con el perro.Así parecía hasta más joven.Nunca le había visto tan alegre.Dejó de acariciarlo, me miró y se levantó, ya que estaba de cucliyas.- Blue, este es Simba, espero que no te den miedo los perros.- rodé los ojos.

- Pues claro que no me dan miedo, ¿por quién me tomas?

- Llegados al punto de que te has colado en mi casa por la ventana y has descubierto dónde vivo, ya me creo todo.- pasé de él y acaricié al perro.Bostecé.- ¿tienes sueño? - asentí.Me levanté.

- Bueno, me voy a casa.

- ¿A casa? ¿Tú estás loca? Son las dos de la mañana, lo más razonable sería que te quedaras aquí.

- No me puedo quedarme a dormir en la casa de uno de mis alumnos, y más si ese alumno es menor de edad y quiere cosas que no le voy a dar, eso sería lo razonable.Ya me contarás mañana lo del tatuaje.- dije caminando hacia la puerta.Iba girar el pomo, pero él me lo impidió.

- No voy a permitirte que salgas, si sales a estas horas te pasará algo.- me di la vuelta para tenerlo cara a cara, pero luego doy un paso hacia atras, ya que no me gustaba tenerlo tan cerca.La expresión que transmitía su rostro era seria, pero no iba a conseguir convencerme.

- Tranquilo, no me va a pasar nada.

- ¿Y cómo lo vas a saber? El futuro es incierto, nunca podemos saber nada con seguridad.

- Abraham, ya soy mayorcita para tomar mis propias decisiones.

- Puf, eres tan testaruda...No sabes que mi calle por la noche es muy peligrosa.

- Si, un barrio de ricos es tan peligroso.- dije con sarcasmo.- Abraham, muchas gracias por el interés que muestras ahora por mi seguridad pero yo me voy.- él suspiró de frustración.

- Por lo menos dejarás que vea como sales segura de aquí ¿no? - asentí y los dos salimos.Bajé los escalones que separaban esa mansión de paredes blancas y el suelo.Me di la vuelta y me despedí con la mano, y cuando me volví para empezar a caminar, un coche pasó muy cerca de la acera pisando un charco de barro y haciendo que me salpicara desde la punta de los pies hasta la cabeza.

- ¡No puede ser! - oí una risa a mis espaldas, que se convirtió en tos cuando me di la vuellta.

Hearts ''Abraham Mateo''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora