Ivlis, pero con autoestima (II)

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"Ha sido demasiado tiempo, no sé porqué nunca lo intenté antes. N- no es normal en mí, de eso no cabe duda, pero... se siente tan bien...

No, definitivamente, esto no está bien."

Ivlis: ¡EMALF! ¡VEN RÁPIDO! ¡ahgh demonios!

Emalf quien casualmente, talvez, se estaba duchando, supongo que no tuvo opción y...

Emalf: *corriendo a dónde se encontraba el diablo, un poco asustado*¡¿S-SI?!  Q-QUE OCURRE señor? - dice nervioso, cubierto de toallas y mojado.

Ivlis: ...  Parece un perrito. Uno muy feo.- piensa.

Hay un largo silencio.

Ivlis: *sonríe*

Emalf:  e-eh...

Ivlis: no es nada hombre, solo estaba jugando. Ahora vete.

En la tarde, el señor diablo camina tranquilamente, luego solo va por algo de comer, da uno que otro vistazo a Licorice y Poemi, le extraña un poco que se lleven bien. Pero ahora, él también se sentía bien, desde que decidió tratar de ser "feliz". 

 Por supuesto, al rato recibió una carta, firmada por Satanick. Dentro el papel era negro, con letras doradas indicando una especie de dirección y un número. Ciertamente lucía como una ... invitación?

Ivlis: ... ¿y ahora qué?- pensó. 

Tras darle vuelta un rato al asunto, decidió al final ir a ver de que trataba. Una vez en su habitación se arregla un poco, Licorice, quien desde hace un rato lo espiaba, decide seguirlo hacia dónde se va.

Ivlis llega finalmente a Pitch Black World y se dirige a la extraña dirección, lo cual lo lleva a un lugar oscuro, como una calle abandonada, en eso, siente que alguien lo sigue. Se detiene, y se prepara para atacar. Hasta que escucha su voz...

???: Así que si viniste.

Ivlis: -voltea- yo...

Satanick: ¡si viniste si viniste!- se emociona como un niño a la par que se acerca a Ivlis.

Ivlis: sigh- suspira acostumbrado a las extrañas actitudes del diablo morado- bien y ¿de qué se trata todo esto, uh?  esta oscuro, hace mucho frío, no me digas que fue otra especie de truco para cojerme- termina impetuoso.

Satanick: ?!! QUÉ?! No, claro que no , no, no...

a menos que, umm, claro tu quieras-

Ivlis: YO ME LARGO- dice interrumpiendo, tirando la tarjeta al suelo molesto.

Satanick: e-espera!

Va y lo detiene de la mano.

Ivlis: uh...?

Satanick: vamos, te invité a cenar, pensé que era obvio.

Ivlis se siente extraño, por primera vez en mucho tiempo, ve a Satanick más... lo siente más apuesto, incluso se siente un poco tímido ante él. ¿Cómo era posible que en serio se haya fijado en él? aún ahí, Ivlis se sentía como una broma, pero...

Satanick entrelaza su brazo con el de él, impidiéndole pensar más.

Satanick entrelaza su brazo con el de él, impidiéndole pensar más

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-dibujo culero que hize para representar la escena(?-

De pronto se encuentran ante una elegante fachada de un restaurante. El interior no decepciona a Ivlis, de hecho, no esperaba nada menos de él.  Satanick le advierte su reacción.

Satanick: si que te gusta eh?

Ivlis:  yo, um, si... está bien.

De hecho, el diablo morado lo había preparado todo, y Ivlis apenas se había percatado que en realidad, en el lugar solo estaban ellos dos. Poniéndose un poco más incómodo.

Ivlis: P-pero que diablos me pasa- piensa- ... se supone que hace unos días decidí solo tratar de ser más...espontáneo? no es momento de acobardarse y actuar como  lo hacía antes...

aunque debo decir que, ahora mismo por alguna razón ... podría llorar

¡¿que mierda se supone que significa eso?!

...






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