Apocalipsis (II)

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A los padres le resultaba un poco tormentoso la cantidad excesiva de amabilidad que encontraban en el señor Siralos. Era el padre perfecto, un modelo salido de algún comercial de cereales. No había ninguna madre en la escuela que no considerara atractivo su interés en las aburridas reuniones escolares. Aquellas en las que se planeaban los bailes de bienvenida, las sesiones de estudio, etc, etc. Siempre participativo, siempre dispuesto a ayudar. Así era él.
A Ivlis también le atemorizaba un poco esto ya que jamás había visto a su padre enfadado, ni siquiera cuando por accidente, derramó su cerveza en su alfombra favorita recién limpiada. Y ,por el demonio, esperaba jamás tener que conocerlo enojado.

Siralos sabía perfectamente la imagen que daba. Y para decir verdad, le gustaba aparentar. Era un hombre narcicista. Aunque era cierto que amaba a sus hijos, los ayudaba con sus tareas y por supuesto quería que destacasen y les deseaba algún día, sean lo suficientemente capaces de ser autónomos. Sobre todo para Ivlis, a quien daba un poco más de atención, ya que era algo torpe y desorientado desde pequeño. Influenciable fácilmente.

Y es aquí dónde entra Satanick.

Tal vez solo era mala suerte, pero las únicas veces que lo conoció fueron en ocasiones muy prometedoras. Y se imaginarán la expresión que puso cuando se enteró por malos medios que aquel muchacho salía con su hijo.

De todos modos, eran ya las 4:34 de la tarde, y pacientemente, mientras terminaba uno que otro deber en la casa, esperaba a Ivlis.

...

Regresando a casa caminando a la par con sus bicicletas, en el camino se encontraron con que empezaba a llover; Satanick con su largo abrigo de cuero negro, se cubrió junto a su novio.

- Talvez deberíamos esperar un poco a que pase . - sugirió Satanick.

Ivlis asintió y dejaron las bicis a un lado, asegurándolas. Cerca había un parque vacío y decidieron ir allí. Caminando al lado del otro, finalmente, decidieron sentarse en un lugar donde la lluvia no había mojado el pasto.

- ¿Qué es eso?.- preguntó intrigado el menor.
Se refería al pequeño aparato que Satanick acababa de sacar de su bolsillo, luego vio que se trataba de un reproductor de música

- ¿Quieres escuchar conmigo? - preguntó emocionado.

- No creo que haya algo ahí que me guste.

- ¿Ehhh?- dijo algo ofendido el mayor.

- ... Vamos, que yo escojo la canción. - respondió Ivlis.

Satanick observó con asombro al menor quitándole rápidamente el reproductor de sus manos. Le gustaba verlo así, con cierta confianza.

A diferencia de los primeros días que lo conoció. Eran tan tímido, ni se atrevía a mirarlo a los ojos.

- me gusta... - pensó el mayor.

Y se sonrojo al pensar que, tal vez lo que en realidad le gustaba era la idea de un Ivlis "activo" y él siendo "pasivo"

- ¿Qué es todo esto? - pregunto algo burlón el diablo menor.

- ¿Q-qué?

- Katy Perry, One Direction, Justin Bieber... ¿Olivia Rodrigo?

- ¡Me gusta el pop! - se defendía Satanick- es tan alegre y movedizo.

- Justo como tú, entonces. - pensó Ivlis mientras sonreía para sus adentros.
- Agh, no me digas tu tipo.- siguió el mayor - Adivinaré. Green Day, Slipknot, Linkin Park... ¿My Chemical Romance?

Ivlis Miro hacia otro lado ante la mención de este último.

- Jajajaja.- se burló Satanick - Ivlis emo...Eso explica el maquillaje que siempre usas...

AneurysmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora