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—¿A dónde fueron? —preguntó la señora Choi mientras anotaba unas cosas en su cuaderno, sentada en el comedor.

—Fuimos a comprar ropa para Taehyun, ha crecido demasiado entre ayer y hoy.

La mujer rió y apretó cariñosamente la mejilla del híbrido. —Seguramente su hambre también creció. Les prepararé algo de comer, cuando esté listo los llamo.

Soobin le dió las gracias y se adelantó en subir a su cuarto junto a Taehyun y las tantas bolsas.

—¡Quiero ver qué te compraste!

Taehyun rió animadamente. Soobin ya había tomado asiento en la cama, mirándolo expectante.

El menor iba a sacar las cosas de la bolsa con la intención de mostrárselas a su mayor, pero este último negó y habló, deteniéndolo. —Quiero que te las pruebes y me muestres como te quedan, por favor.

Taehyun se sonrojó. —Está bien, pero no te vayas a reír.

Soobin asintió y vió al pequeño caminar hacia el baño con las bolsas en mano.

Se entretuvo con su celular hasta que Taehyun salió del baño con su primer atuendo. Unos jeans negros ajustados y arriba una remera amarilla (como de la talla de Soobin) que le quedaba enorme y tenía una banana ilustrada en el medio, ademas de estar acompañado por un par de vans rojas.

A Soobin le pareció adorable, y sexy a la vez. Adorable por el hecho de que no combinaba nada y también porque le quedaba grande la remera. Sexy por esos jeans que hacían resaltar sus piernas.

Sin duda su nueva apariencia le encantaba al mayor.

—¿Te gusta? —las orejitas de Taehyun esperaban recibir una respuesta del mayor.

—Si, te queda muy lindo —Soobin sonrió enternecido.

Taehyun también sonrió para después volver al baño a probarse lo demás.

A continuación, salió con un short negro con lunares blancos y una remera negra más de su talla con un "supreme" en rojo.

Soobin estaba muriendo de ternura, más cuando salió con su enterito de jean y debajo un buzo amarillo.

La siguiente prenda era un pijama enterizo de dinosaurio rosa. El peliazul tuvo la necesidad de empujarlo a la cama, comenzando a llenarle de besos el rostro y abrazarlo cariñosamente.

Taehyun largó suaves carcajadas tras las acciones del mayor. —Tengo dos más.

Soobin le sonrió y lo soltó para que pudiera cambiarse.

El próximo outfit se basaba en unas bermudas de jean, sudadera blanca con estampado de calaveras y de calzado sandalias.

Y por último, el favorito de ambos por mucho: una remera negra que se le pegaba al cuerpo y unos leggins negros metalizados —algo rasgados— junto a unas zapatillas negras.

Soobin tragó duro en cuanto lo vió.

—Este es mi favorito —dijo el menor con un sonrojo en sus mejillas tras ver la cara de asombro del mayor. Su colita se enrolló en su propia cadera.

—También el mío. Te queda increíble.

Soobin lo atrajo de las piernas para que tome asiento en su regazo. Taehyun lo hizo y enredó sus brazos tras el cuello del contrario.

—Me gustó mucho la ropa que elegiste pero, no creo que te dejaría que eligieras la mía.

Taehyun hizo un pequeño puchero tras escuchar la carcajada que soltó el peliazul.

—Me caes mal.

Las orejitas de Taehyun se pusieron tristes. —Sólo estaba jugando, Tyunie.

—¿Entonces sí puedo elegir tu ropa?

—Si, cariño.

Taehyun comenzó a festejar. Soobin sólo quería que la tierra se lo tragara.

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