Sweet ✧ YoonTae

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La mayoría de los estudiantes caminaban apresurados de un lado al otro, bloqueando su visión y haciéndolo sentir impaciente. Buscó aquella cara regordeta y sonrojada entre el cúmulo de personas, mirando a todos lados paranoico.

Su respiración se cortó al verlo. No exactamente por lo hermoso que lucía con aquella colita en su cabello, la razón por la cual corrió hacía él apresuradamente fue Jeon JungKook, quien lucía considerablemente enojado, jaloneando en brazo del gordito y gritándole cosas ofensivas. TaeHyung sólo mantenía la cabeza gacha, llorando en silencio y dándose cuenta de que nadie estaba dispuesto a darle una mano, sólo lo observaban con pena y asco.

YoonGi no dudó en empujar con fuerza al agresor de TaeHyung cuando estuvo lo suficientemente cerca, ganándose unas cuantas maldiciones de su parte. El gordito logró respirar con mas facilidad en el momento que estuvo libre del agarre de JungKook, sorbiendo su roja nariz debido al llanto y escondiéndose detrás de YoonGi como un gatito asustado.

Los murmullos y risas se hicieron presentes, poco a poco se fue formando un círculo alrededor de ellos. La tensión era tanta que se podía cortar con un hilo. Jeon y Min se mataban mutuamente con la mirada.

─ Ya para de actuar como si este cerdo te importara, YoonGi.─ habló JungKook con burla, disfrutando de su expresión neutra y sus ojos aniquiladores.

─ Cállate.─ Pidió el contrario, conteniéndose a golpearlo. Sintió una de las manos de TaeHyung apretar su camisa, acto que hizo a su corazón latir un poco desenfrenado.

─ Esta vez no me tomarás desprevenido, te daré la golpiza de tu vida, mocoso.─ soltó con voz grave, apretando los puños hasta en punto en que sus nudillos se veían blancos.

YoonGi estuvo a nada de lanzarse contra JungKook, pero él fue más rápido. Jeon le propinó un gran golpe en el pómulo, haciéndolo balancearse hacia atrás y caer en los brazos de TaeHyung. Parpadeó desconcertado y lo único que pudo hacer fue ver como el director se abría paso a la escena.

Tragó duro.

─ ¡Ustedes tres, a mi oficina!