Capitulo III:Comienzo de mi nueva vida

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este capitulo lo dividire en dos partes ya que el capitulo lo hice muy largo

Gracias!!!!!

Cuando llegamos el joven se ofreció a llevarme con la dueña del lugar, al entrar a la casa el chico grito:

-Señorita Chimiko, le he traído una nueva clienta-dijo el chico adentrándose más a la casa.

Vi que salía de la casa una señorita con cabellera rubia y corta, con un par de ojos plateados que era lo que más resplandecían en ese momento.

-Enserio-grito acercándose a mí.

-He-e, hola-dije con una voz tímida.

-Hola querida, ven pasa-

Dejé mis maletas en el pórtico de la casa porque la verdad no sabía si en verdad me iba ha quedar o no, seguí a la mujer hacia una cocina, el lugar se veia agradable y tranquilo, pero lo único que me preocupaba era el costo de la renta.

-Toma asiento -me dijo la señorita-Y dime a que has venido-

-Bueno estaba buscando un lugar donde quedarme esta noche, mientras busco un departamento- le dije a mujer.

Después de un rato de platicar y estar analizando sobre la renta de la habitación, decidí quedarme ahí, pues la mujer me pedía poco no mucho por la paga de la renta.

Me dijo que la única habitación que tenia desocupada era la 103, pero que si quería la podía remodelar. Fue muy amable conmigo, incluso me ayudo a subir mi maleta. Al adentrarme a la habitación me encanto, tenia una ventana en la que se podía ver la ciudad desde ahí, tenía una pequeña cocina en el fondo del departamento, con una pequeña sala del lado izquierdo, había un muro separando la habitación y al lado de la habitación se encontraba un baño era pequeña la habitación, pero se veia bien, sentí que tenia suerte por no tardar mucho por encontrar un lugar donde quedarme.

-Muchas gracias señora-le dije a la mujer volteándola a ver

-Ahí, no me llames señora, dime señorita Chimiko-me dijo muy confiada

-Está bien......señorita Chimiko-le respondí con una sonrisa

-Te dejo querida porque tengo que ir a recoger a mi hija-me dijo mientras salía

KASUMI

*¿Qué? .........tiene una hija, pero si se ve de 25 años*

Pensé, pero no le tome importancia. Me adentré a la habitación y empecé a acomodar las pocas cosas que traía en la maleta. La habitación tenia una ventana con una vista afuera, así que al voltear hacia la ventana vi que ya era de noche cuando de repente escuché un sonido proviniendo de mi.

KASUMI

*Grrrrrrrrrrr*

Era mi estómago. Perdí la noción del tiempo que se me había olvidado comer, pues desde que Sali de mi casa, hace un día no había comido nada. Estaba pensando que es lo que podría hacer, cuando alguien llamo a la puerta

-Oye Kasumi ya comiste-era la voz de la señorita Chimiko

-he, todavía no-le dije abriendo la puerta

-HA...que bien, he preparado un guiso y venia ha dejarte un poco para que cenaras.

-Muchas gracias señorita Chimiko-le dije mientras tomaba la pequeña cacerola de guiso.

-No te preocupes después de todo ahora seremos una familia de vecinos-me dijo mientras se reía.

KASUMI

*Una familia.........*-pensé-

-Bueno me tengo que ir Kasumi, pero espero que te guste mi guiso.

-Está bien señorita Chimiko, muchas gracias y buenas noches-

-Igualmente Kasumi descansa-me dijo mientras se alejaba

Cerré la puerta y calenté el guiso, estaba totalmente delicioso noche si porque tenia hambre o porque de verdad estaba delicioso.

Cuando terminé le di una ultima mirada al cielo y me metí a la cama estaba totalmente cansada.

Al día siguiente*

Me despertaron los rayos del sol que entraban por la ventana, conforme me iba levantando, la luz tocaba mis ojos haciendo que los abriera poco a poco. Me desperté, recordando todo lo que había pasado los dos días anteriores.

Ya que estaba totalmente despierta, me pare de la cama y la acomode, al igual que termine de arreglar el armario donde tenía mi poca ropa. Había un pequeño escritorio, con una lampara, el escritorio tenia varios cajones, los abrí y ahí guarde alguno documento de identificación, al igual que unas libretas y libros que había traído conmigo.

Al ver la hora eran las 9 de la mañana así que me dirigí al baño, al abrir uno de los cajones, me di cuenta que había todo lo necesario para poder bañarme al igual que una toalla, me sorprendí, porque a pesar que era un departamento sencillo, tenia todas las cosas básicas que pudiera ocupar.

Me tomé un baño, y como no tenía mucha ropa para ponerme, me puse una me pequeña falda, con una playera de manga corta y unos botines cafés que tenía; después de cambiarme me dirigí a la cocina, como apenas había pasado una noche ahí no tenia nada de despensa para poder comer, incluso, me había acabado la noche anterior todo el guiso que me había traído la señorita Chimiko.

El poder del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora