DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. OMEGAVERSE (Doctor-X/Doctor-Y)

¿Destinados?

A sus 38 años, Kaji Hideki jamás olvidaba tomar sus pastillas supresoras, para él siempre había sido más importante su carrera como cirujano que entrar en celo, quedar embarazado, criar pequeñines estorbosos y atender a un alfa molesto.

Odiaba ese destino. Por eso siempre había luchado con todas sus fuerzas para abrirse paso en un mundo casi exclusivo para alfas. Malditos alfas, Kaji los odiaba con todo su ser. Odiaba que lo despreciaran, que intentaran aparearse con él... Aunque últimamente esto último ya casi no se daba y a cambio habían comenzado a molestarlo porque lo consideraban "viejo" para procrear, además, muchos de ellos envidiaban sus grandiosas habilidades como cirujano.

Sus amigos generalmente eran betas, omegas y algún que otro alfa perdedor.

A medida que iba pasando el tiempo, la vida se le iba haciendo más difícil: los desprecios, los acosos y el maltrato habían ido en aumento y él, a pesar de ser un omega, intentaba seguir adelante ayudado por un inusual orgullo y carácter fuerte no muy propio de su casta. Y la cosa se puso peor cuando un nuevo director general fue escogido como sucesor del antiguo. El nuevo director era el apodado "Canciller", el doctor Yoshihito Tendo, un alfa poderoso, despiadado y de mirada filosa que odiaba a los omegas revoltosos y creídos, y Kaji era uno de ellos.

En el día de su llegada, todos los doctores y enfermeras estaban esperando a su nuevo director general, con los doctores haciendo fila a lo largo por un lado y las enfermeras por el otro, haciendo un camino entre ellos. Todos estaban en el piso de abajo del hospital, en el enorme salón de recepción por donde entraba todo el mundo para trabajar o ser atendidos.

Kaji estaba esperando en medio de sus amigos Hara y Ebina. El primero era un omega y el otro un alfa perdedor que ya se había convertido en el director del departamento de cirugía para la decepción de Kaji, que era mucho mejor que él para operar.

"Además de nuestro nuevo director, ¿se enteraron de que también tendremos a una nueva cirujana? Dicen que es una doctora independiente que nunca falla". Comentó Ebina.

"¡Ja! ¿Una doctora independiente que nunca falla? ¡Cualquier cirujano puede fallar! Esas son puras patrañas". Se quejó Kaji.

"Bueno, pues tú casi nunca fallas, amigo". Le dijo Hara.

Kaji se puso muy altanero.

"Gracias, ya sabes que hago todo lo que puedo por mis pacientes..., sobre todo los VIP". Se rieron.

"¡Ahí viene el Canciller!". Avisó Tako, uno de los doctores rasos, así que todo el mundo se puso bien derecho y contuvo la respiración. El Canciller era una persona que no daba lugar a réplica ni errores.

Cuando Tendo entró, se hizo evidente que era un alfa de los más poderosos. Un líder natural, casi un depredador. Iba bien trajeado con un traje gris carísimo. Llevaba reloj de oro y unos zapatos de primerísima calidad. Su porte era elegante y muy decidido, su mirada de halcón demostraba su inteligencia y su dureza. Caminó en medio del camino que le habían abierto sus vasallos, deteniéndose de golpe al lado de Kaji, que había comenzado a sudar copiosamente, terriblemente asustado, tratando de mirar hacia adelante, hacia un punto imaginario y no hacia su nuevo director.

Tendo lo miró de costado y torció el gesto.

"A usted lo quiero ver en mi despacho más tarde, doctor Kaji, espere a mi llamado". Le ordenó, haciéndole dar un brinco al corazón, y siguió su camino.

Kaji casi se desmayó del susto y la impresión, Hara y Ebina tuvieron que sostenerlo por los brazos para que no se cayera al suelo.

"¡Mierda! ¡Carajo! ¿Para qué mierda querrá verme?". Se agarró de los brazos de sus amigos, palidísimo y muerto de miedo.