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espontáneo

POV: Karin

Contuve los pequeños espasmos que quería pensar eran por el frío, las ganas de llorar me estaban atacando con tanta insistencia mientras veía a Shiro forzar una cerradura, ya era lo suficientemente malo para el que Yuzu se hubiera vuelto a desmayadar, aunque quizás le tengo un poco de envidia por eso.

Inconscientemente mis manos, o la que aún podía mover, fue tocando algunos de los moretones y raspones que habían a lo largo de mi cuerpo y que gracias al cielo no eran lo suficientemente profundos como para sangrar, solamente pican y laten un poco, pero eso era soportable, a diferencia de Shiro que casi no se le veía la piel blanca mi ropa, mugrienta y apenas sobre mi cuerpo, solo tenía un poco de sangre.

Ante ese pensamiento no pude evitar pensar en las chicas ¿Ellas estaban bien? Bueno, tan bien como se puede estar en un maldito apocalipsis zombie.
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Estaba mirando a Shiro de forma determinada y más que dispuesta a sacarle las respuestas si no me las daba voluntariamente, arrugue la cara cuando una gota de agua le cayo en la frente y siento como varias comienzan a caer en mi cabello, rápidamente convirtiéndose en un aguacero.

De repente un grito lleno el silencio, abrí los ojos sorprendida al notar la voz familiar y sentí un escalofrío recorre toda mi espalda cuando comenzaron a ser más de uno.

Mire hacía la dirección de la que venían los grito y ví a Kon corriendo hacia nosotros ¡Con un montón de esas cosas repugnantes detrás de el!.

Siento mis pies hormiguear  por las ansias de correr y un chillido a mi lado me hace darme cuenta de que ya no estábamos solos.

-Mierda!- grita shiro a mi lado y miro petrificada como corre hacia Kon -No te quedes ahí y corre!!- me gruñe sin una segunda mirada y no tuvo que decirlo dos veces para que yo le hiciera caso a mi impulso.

Mientras corria mire hacía los lados buscando a las chicas ¿Si quiera sabían que estaba pasando algo? Me mordí el labio y comence a correr más rápido, dándole unas enormes gracias a mi intensa obsesión con el fútbol por darme tal velocidad y resistencia, pero mi pequeño destello de alegría no duro mucho cuando sentí lo que juraría que fue una mano rozar mi espalda, no es que fuera a mirar hacia atrás para averiguarlo.

Sin pensarlo dos veces intente acelerar aún más mis pasos, preocupada por las chicas, de repente sonaba una muy mal idea el no haberles contado nada.

Mi carrera se detuvo abruptamente cuando algo tira de mi brazo haciendo que casi me caiga, me voltee con el corazón en la garganta lista para intentar defenderme de lo que sea que había tirado de mi y lo hubiera hecho si la asustada voz de Orihime no hubiera llegado a mis oídos.

-q-que está pasando?!- pregunto con el pánico brillando en sus ojos, Nelliel estaba con un poco de sangre en la ropa que lentamente estaba siendo quitada por la lluvia y estaba abrazando a Yuzu quien se veía muy asustada y temblorosa, a la derecha de Orihime estaba una chica peliverde algo aturdida mientras miraba hacia ambos lados con desconfianza, pero parecía haber asimilado todo esto mejor que el resto, de forma lejana me pregunte si ella también sabía que esto pasaría.

Respire profundamente y me obligue a tranquilizarme, recordándome que actualmente era el único soporte de apoyo que estaba cerca de ellas y debería mantener la cabeza fría, incluso si estaba en medio de un apocalipsis, ya luego tendría tiempo para entrar en pánico, si lo que ví anoche es el comportamiento habitual de esas cosas ahora lo más importante es estar a salvo.

- puedo explicar un poco, pero ahora mismo debemos buscar un lugar seguro- informe mientras intentaba ignorar los gritos que rápidamente estaban pasando de sorpresa a dolor, también podía ver a varias personas que pasaban corriendo aterrorizadas, al menos las cosas parecían haberse quedado atrás.