¿Me recuerdas?

Todo el maldito año observándolo, y él riendo con sus amigos, ¿es que ya ni sabe quién soy? Con su cabello castaño casi negro, y esos ojos en los que me pierdo con tal facilidad.

Recuerdo el día que nos conocimos, fue en las clases de apoyo, con mis amigas pensamos que se había equivocado de salón, pero resultó ser que en realidad había perdido su clase el día anterior y tuvo que venir con nosotros. Toda la clase nos hicimos señas, y reímos.

No lo volví a ver hasta que empecé el curso de una secundaria.

Y aquí estoy, con mi amiga, Yanina, observándolo.

-¡Juliana! Escúchame, es nuestro último día, si no le hablas, tal vez no lo vuelvas a ver.

Ese comentario me entristeció un poco, pero sabía que debería hablarle. Le hice una seña a Yani avisando que iría a hablarle. Ella se limitó a sonreír.

Allí estaba, le saludé con la mano, sentía cómo la energía venía a mí, como siempre pasaba al intebtar acercarme o hablar de él.

Ahora que me acuerdo, se llama Alexander, le dicen Alex. Tiene los ojos de un marrón algo verdoso. Cabello de un castaño oscuro. Con una sonrisa que bien podría ser sinónimo de perfección. Gran sentido del humor, y con una capacidad que yo no tengo para relacionarse con las personas, tipo, yo sé tratar con la gente, pero él... ¡Es la perfección misma!

Tan concentrada estoy en eso, que ni cuenta me doy de que me respondió el saludo, un momento... ¡Me notó! Se está acercando a mí.

>>Ahora te desmayas y adiós chico perfección.

Gracias cerebro, dices cosas tan inteligentes.

-¿Me llamaste? No sé para qué pregunto eso, es obvio que sí.

-Hola- me limito a decir.

Se muestra algo ¿Decepcionado? No, no debe ser eso.

-¿Podríamos ir a un lugar no tan público?- comento mirando a la mucha gente que está a mis alrededores.

Asiente y nos vamos a un pasillo más alejado, en ese momento accidentalmente tropiezo y él me atrapa. Su rostro está a centímetros del mío, puedo sentir a su acelerada respiración. Mi corazón tiembla, cierro los ojos y murmuro para que solo nosotros escuchemos.

-¿Me recuerdas?

Y simplemente, me calló con un beso, respondiendo todas mis preguntas.