La tención era latente, palpable con sólo ver aquella problemática escena, sus miradas enjauladas en una caliente llamarada que con el pasar de los segundos sólo hacía nada más que crecer y crecer. Sentados uno al frente del otro con anterioridad, pues en algún momento la rabia fue tal que se saltaron del asiento como fieras buscando domar y someter.
La femenina relucia sus brillantes ojos avellaneda y su primogénito tenía ese mismo fulgor vuelto un café casi tan negro como el que suelen compartir en las mañanas.
—¿No puedes aguantar ni diez minutos en un lugar sin hacer escandalos, verdad? —ella, tan bella y peligrosa ella, se llevó una mano a su cadera claramente molesta.
Quizá muy dentro decepcionada del crio que estaba en sus narices, la ira que se adentraba en su pecho crecía cada vez que él no mostraba señas de parecer minimamente arrepentido o compungido, Park JiMin sólo estába allí; parado con sus pupilas rebeldes reduciendo de par en par mientras abajo había una mueca retadora en sus gruesos labios rojos. Era evidente, él es su hijo, otro ser orgulloso y soberbio como ella que difícilmente iba a dar el brazo a torcer, vaya porquería.
—Te he dicho que ellos comenzaron, JiHyo. —respondió calmadamente con un tono tan frívolo, que ella podía leer lo que detrás de esa oración se escondía.
Apretó sus manos y soltó un sonoro quejido.
—¡Jimin por Dios! ¡Esa no es excusa para dejar casi muerto a un chico! ¿Tienes alguna idea de qué clase de personas somos?
—Claro que lo sé. —una sonrisa se blande en su rostro. —Lo sé mejor que nadie... ¿O estamos hablando de lo que le quieres montar al mundo? Porqué que yo recuerde... —se acercó peligrosamente a su rostro. —Somos unos escorias de punta a punta.
Una cachetada resonó entre las cuatro paredes del lugar, su rostro se volteó por completo. "Joder" pensó al instante. La mano de ella picó por la fuerza que utilizó, sus dedos quedaron marcados en la blanquecina mejilla milímetro por milímetro y un precioso coloe en la escala de escarlata se posó como acuarelas encima de su piel.
JiMin se relamio los labios, sus papilas gustativas reconocieron a tiempo récord el sabor metálico que se había vuelto muy agradable con el tiempo. Soltó diminutas risas y con insolencia volvió a mirarla por el rabillo de su ojo.
—No vuelvas a decir eso.
Escuchó decir entredientes, su madre estaba a un paso de explotar y quizá darle una de las peores palizas de su corta vida.
—No volveré a ese lugar, JiHyo, nunca. —expresó claro y conciso.
Está seguro que los ojos de ella quieren quemarlo o explotarle la cabeza. No le importa mucho en realidad, la conoce lo suficiente para saber que ahí no le hará nada.
—Perderas el año escolar.
—¿A estás alturas crees que necesito la escuela? —elevó la voz. —Podrías sólo pagarme el título y nos ahorraríamos muchas cosas más que sólo mandarme con una bola de idiotas a un lugar donde bien sabes no me pueden controlar.
—¿Por qué estas siendo tan imbécil, Jimin? —lo miró casi desesperada, pero lastimosamente, eso ya no causaba nada.
—¿Por qué quieres que pierda mi tiempo en ese lugar? No hay nada en una escuela para mí, lo sabes ¿Cuánto crees que tardarán en saber que soy tu hijo, JiHyo? —ladeó su gélida mirada encarando sus ojos. —Y más ¿Cuánto crees que tardarán en hacerme mierda por eso?
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Fools 🎻YM🎻 •By:Ccs•
Fanfiction1930|| Park JiMin es el principal sucesor de los Yahaira, pero por azares de su madre termina en un internado en Londres a la espera de su graduación. Min YoonGi es un joven de casi 18 años que ha pasado toda su vida en Black Swan; orando y rezando...