¡no mamen! ¡¿y USA?!

#6:

Pov.Narrador/ra

A la mañana siguiente despertó algo desubicado, no reconocía el lugar donde se encontraba, se levantó de la cama y salió de aquella habitación dándose cuenta de que estaba en la casa del asiático, recuerdo lo que había pasado, soltó un pesado suspiro para luego caminar hacia la sala en donde se encontraba el chino.

Este al verlo intento "saludarlo" pero fue ignorado completamente por el estadounidense el cual no perdió tiempo y salió de aquella casa dejando solo y algo indignado al dueño de esta.

Luego de eso no sabe cómo pero de alguna manera sus pies le llevaron hasta aquella hermosa colina en donde solía frecuentar con su novio... Su novio.

Una sonrisa boba apareció en su rostro al recordar a su querido México, estaba tan feliz, no faltaba mucho para que ambos se casarán.

—solo esperó no arruinarlo.

Comento mientras veía al cielo, no quería joder lo que sería el mejor momento de su vida, lamentablemente esto le llenó de nervios, ¿y si se equivocaba en algo?, ¿y si su padre a último minuto le impedía llevar a cabo la ceremonia?, ¿y si México se arrepentía?.

—no USA, no debes pensar en eso.— se habló a si mismo con la intención de subirse los ánimos —todo irá perfecto, ambos diremos que si, lo celebraremos y luego iremos a nuestra luna de miel... ¿no?.

Y así se la pasó casi toda la mañana y tarde en aquel lugar, reflexionando un poco sobre todo lo que había pasado desde que ambos comenzaron a salir, viendo lo malo y lo bueno de ambos, enumerando los defectos del mexicano y cuál de estos le enamoraba más.

Luego llegó el mexicano y pues... Ya todos sabemos que pasó después de eso.

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—¿osea que simplemente estuviste aquí pensando y se te pasó el tiempo?.— México le miro algo incrédulo.

El estadounidense sólo asintió con la cabeza, se sentía bastante avergonzado por perderse en sus pensamientos tanto tiempo.

El mexicano soltó un pesado suspiro, aquello había sido lo más tierno que había escuchado en todo el día, tomo las mejillas del contrario y le hizo mirarlo a los ojos.

—dios y yo preocupandome de que te pasará algo malo, había olvidado por un momento que el "gran Estados unidos" sabe defenderse de los pervertidos como China.— le dió un pequeño beso al de franjas rojas —y me enternese que hayas estado pensando en mí todo este tiempo.— le dió otro beso pero este fue en su frente —bien, espero y no te moleste pero, ya es hora de irnos, se nos hace tarde para nuestra boda.

—M-méxico yo... En verdad siento todo esto.

—tranquilo amor, no pasa nada.— aseguro mientras que le regalaba una pequeña sonrisa —ven vámonos, aún tienes que arreglarte.

El estadounidense formó una pequeña sonrisa para luego acercarse más al mexicano y robarle un dulce beso.

—bien, vámonos.

Ambos se subieron al auto, México lo encendió para luego manejar hacia la casa del estadounidense.

✨✨✨

—¡USA!.— el canadiense le dió un fuerte abrazo al contrario —¡¿en donde estabas?! ¡nos tenías muy preocupados!.

—sorry Cani.— se disculpó.

—bueno, ya dejen de hablar tanto.— soltó el ruso mientras se acercaba a ambos norteamericanos —tenemos una hora para que te alistes y te llevemos al altar así que manos a la obra.

✨✨✨

Y tras unos cuantos minutos peinando al americano, arreglando el traje blanco que este usaría y consiguiendo el ramo de flores perfecto por fin estaban listos para llevarlo a donde se daría comienzo la boda, ahí ya estaban los invitados y el prometido del estadounidense el cual seguía bastante nervioso.

—ey boludo, cálmate un poco.— intento tranquilizarle Argentina el cual estaba a un lado del mexicano como su "padrino de honor" —todo estará bien, Russia me acaba de mandar un mensaje diciendo que ya venían en camino.

—p-perdón es que es imposible no estar nervioso.— soltó junto a una sonrisa —me voy a casar con la persona que amo, has de entender que estoy bastante emocionado y asustado por esto.

—si lo sé, pero tienes que calmarte un poco.

—ok... Lo intentaré.

No faltaron ni unos segundos más para que les informarán que "la novia" había llegado por lo que aquella típica canción de bodas había comenzado a sonar por aquel enorme lugar.

—bien... Aquí vamos.

Continuara...