El viento rompe en la parte delantera del auto de Eric, la noche sabe a sueños; había pasado mucho tiempo desde que Harry y Ana reían tanto.
Esa noche no fueron a casa, viajaron hasta llegar a unas cabañas; rentaron una, vieron una película y Harry se quedo dormido.
Eric tomo la mano de Ana, la cubrió con una manta y la invito a salir.
- ¿No es hermoso An?
- Totalmente.- Dijo Ana entre suspiros- Eric..
- ¿Que sucede?
- Gracias, por lo que haces por Harry y por mi, además de mamá, nunca había conocido a una persona tan admirable...
- Ana, ¿Pero que dices? Soy una personas, solo eso, con defectos, demasiados diría yo, con errores, pero, ¿Te digo algo? Yo siempre eh dicho que al conocer a una persona tienes que dejarla mejor de cuando la conociste, más feliz, más completa, y Ana, tu eres una gran persona, conoces el dolor, pero eso no te hace mala, al contrario, tu alma es tan hermosa, tu eres admirable.
- Tengo que ser fuerte... Por Harry.- Decía Ana reprimiendo las lágrimas que saldrian a continuación.
- Ana, mirame, ¿Ves lo que has hecho? Has tocado mi pequeño y marchito corazón, has sido un lugar para descansar del dolor, Ana, has cambiado totalmente los sentidos de mis noches, y yo, te amo.
- Eric...
- No digas nada, no espero que lo hagas, solo quiero que lo sepas, y que aquí y ahora, con las estrellas de testigos, Ana Palmer te prometo que jamás voy a dejarte, siempre estaré aquí, para cuando quieras llorar, reír, soñar, ser escuchada, aquí estaré.
Ana lo toma por los hombros, se recoge un mechón rojizo de la frente, lo mira a los ojos, baja lentamente su mano hasta sentir los dedos de Eric, los entrelaza.
- No es una mala vida .- Dice Ana y lo besa.
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My darling
RandomLa mamá de Ana y Harry sufre un terrible accidente dejando a Jeremy, su padre a cargo, pero Ana en busca de una mejor vida para su hermano lo toma y escapan de casa, donde vivirán una serie de cosas que los harán inseparables.