-Harry levántate, vamos a ir a nadar- Decía Ana riendo
-¿Es enserio?-Harry se levantó de golpe con una gran sonrisa en su cara
-Muy enserio chaparro.
Se pusieron sus trajes de baño y salieron a nadar, después cocinaron carne asada, todo iba perfecto, los dos, solos, tranquilos y felices, todo lo que habían anhelado desde la muerte de Sofía.
Harry se subía a la mesa y se lanzaba sobre los brazos de Ana, ella lo atrapaba y lo elevaba, se reían hasta que el estómago les dolía, bailaron toda la tarde y comieron toda la chatarra que quisieron.
-Ana, ¿Por qué no llamas a Eric?
-¿Quieres que lo haga?
-Podemos ser una familia, tú lo quieres y el a ti.
-Harry ¿seguro que tienes 5 años?
-Pronto cumpliré 6 Ana.- Puso cara de serio.
-Lo sé, no se me olvida. Y si, lo llamare.
En realidad Ana no sabía cómo localizar a Eric, ya que nunca le pudo regresar su teléfono, solo le quedaba esperar a que el la llamara.
No espero mucho, dos horas después recibió una llamada:
-Ana ¿Dónde están? Soy Eric. Estoy en Arizona.
-¿En Arizona? ¿Qué haces aquí?
-¿Ósea que si estás aquí?
-Eric, espera, no entiendo ¿Qué haces en Arizona?
-Estoy buscándote.
-Nos vemos en la cabaña de la última vez, en treinta minutos.- Dijo Ana y colgó el teléfono.
-Harry, al parecer va a llover, pero hable con Eric, iré a verlo y regresaremos, no salgas de aquí por ningún motivo ¿Esta claro?
-Sí, está claro.
Inicio a llover pero aun así Ana salió en busca de Eric.
Cuando se vieron corrieron a abrazarse, se besaron bajo la lluvia, Eric la cargo y le dio unas cuantas vueltas.
-Maldita sea Ana, me preocupaste.
-Lo lamento, pero tenía que irme
-Pudiste haberme dicho, Ana, te amo, no quiero perderte.
-Ahora estoy aquí Eric, no vas a perderme. Y pensé en lo que me dijiste, y creo que aceptare.
-¿Es enserio?
-Sí, y Harry está de acuerdo.
-Pues vamos por él.
Subieron al clásico verde y fueron a donde estaba Harry, llegaron y empacaron.
-Eric está lloviendo mucho, deberíamos esperar e irnos mañana
-No, no es nada Ana, además conducir de noche es mejor
-Está bien, vámonos.
Subieron al auto y tomaron la carretera, ir en el auto de Eric era tener un sentido de pertenencia, la música a todo volumen, las ventanas bajas, el aire acariciándoles las mejillas, eran libres, eran todos suyos.
A una cuadra de llegar a casa una camioneta gris se impactó muy fuerte contra un bonito Ford Maverick color verde.
Lo último que supieron Ana, Harry y Eric es que comprarían un perro, lo llamarían giro, tendrían una pequeña casa en suburbios, Ana entraría a la universidad, y seguirían sus vidas, pero en un pestañeo los tres se encontraba en las camillas de emergencia de un hospital.
La primera en recuperar la conciencia fue Ana.
-¿Dónde está mi hermano? ¿Dónde está Eric? ¿Qué paso?
-Señorita cálmese- Decía una enfermera.
-Quiero verlos, tengo que verlos.
- Señorita, uno de los jóvenes que venía, lamentablemente falleció, y el otro está en estado grave.
-¡¿Qué?! No puede ser... ¿Quién...falleció?- Ana lloraba, lloraba como una pequeña niña sin consuelo.
-El mayor.
-..Eric....-Quedo en shock, dejo de llorar, su mirada quedo en blanco, sus labios temblaban.- Quiero ver a Harry.
-Esta atrás de la cortina, quizá deba despedirse de el...
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My darling
RandomLa mamá de Ana y Harry sufre un terrible accidente dejando a Jeremy, su padre a cargo, pero Ana en busca de una mejor vida para su hermano lo toma y escapan de casa, donde vivirán una serie de cosas que los harán inseparables.