My darling

Parte 21

Entraron al auto de Jeremy, Ana solo había conducido cuatro veces en su vida, dos con éxito, y las otras dos estrellando la defensa con árboles.

-Harry abróchate bien el cinturón.

Salieron a carretera, Ana no podía evitar llorar. ¿Cuándo fue que su vida pasó de ser hermosa y agradable a una donde lo único que hacía era extrañar, sufrir y ver sufrir a lo que más quería en el mundo?

¿Por qué de todas las personas en Detroit tenía que morir su mamá? ¿Por qué su papá tenía que ser precisamente Jeremy?

¿Por qué no podía vivir normal y tranquilamente? ¿Por qué su pequeño hermano tenía que sufrir tanto?

Cuando se dio cuenta estaba llegando a Arizona.

-Creo que nos quedaremos un  tiempo aquí Harry.-Decía Ana ya un poco más tranquila

Buscaron un lugar para rentar que no fuera tan costoso, ya que tenían dinero pero no les duraría tanto.

-¿Ana?

-¿Qué pasa?

-Tengo hambre.

-No te preocupes, ven, vamos a ver qué comer

-Ana, ¿recuerdas las crepas que hacia mamá? Quiero una

Ana sonrió, se sentía feliz de poder hacer algo por Harry, salieron a comprar todo lo que necesitaban para hacer las crepas.

-¿Sabes? Extraño a mamá.- Decía Harry mientras comía su crepa. Y por primera vez, se le salió una lágrima.

- Me haces sentir como si tú me cuidaras, Harry eres tan fuerte, yo no eh podido serlo, ni siquiera puedo dejar de llorar en tu presencia, y tu parece que... Sé que la extrañas, y sé que esto no ha sido fácil, pero todo estará bien, yo siempre cuidare de ti, y lo más importante, siempre voy a amarte tanto como mamá nos amaba.

Se abrazaron, Ana le beso las mejillas, fueron a la cama y se quedaron dormidos.

Al día siguiente Eric fue a buscarlos a casa de Jeremy, estuvo tres horas esperando afuera hasta que alguien le abrió.

-¿Quién eres y que quieres?- Era Jeremy, olía a vómito, tabaco, alcohol y a sangre.

-¿Señor está bien? Tiene sangre seca ¿Quiere que lo lleve al hospital?

-¿Y tú quién eres?

-¿Esta Ana? Soy su amigo.

-No. No está, largo de aquí.- Dijo y cerró la puerta.

Eric se iniciaba a preocupar, ya había faltado un día al trabajo, y Ana era muy responsable, jamás faltaría si no fuera por algo grave. Fue a la escuela de Harry y le dijeron que tampoco había asistido.

Puso las cosas necesarias dentro de su auto, y salió a conducir, creía saber dónde encontrarlos.