Bittersweet - Charlie Gillespie. [PAUSADA]

Capítulo V

Capítulo V. The invitation.

Lunes 23 de Noviembre.

Escucho como mi celular suena por alguna parte de mi habitación, me siento en mi cama observando a mi alrededor y ubicándome para saber dónde está.

Bostezo y dejó de sonar, me paro de la cama y comienza a sonar de nuevo, observo que está en el escritorio; al agarrarlo puedo enfocar las letras C y G, ahí es cuando me doy cuenta de que es Charlie; dudo si contestar o no provocando que la llamada termine.

Pongo en silencio mi celular y vuelvo a mi cama.

Llevo una semana de vacaciones, y es alrededor de un mes para regresar el 7 de Enero.

No he hablado con Charlie debido a que no pude decirla la verdad y eso me carcome, desconozco el por qué pues en realidad no somos nada solo somos amigos en proceso que llevan de conocerse alrededor de un mes.

Cierro mis ojos para tratar de conciliar el sueño, son las 08:00 de la mañana y me voy a levantar a las 10:00 para así ir al supermercado y comprar las cosas para Acción de Gracias.

Pum

Abro mis ojos y frunzo el ceño al escuchar un ruido.

Pum

Un segundo ruido escucho, observo a mi alrededor y no hay nada, Pum, observo mi ventana y veo como las cortinas están cerradas, debato entre si pararme o no porque puede ser el viento quién hace esos ruidos.

Pum

Un cuarto ruido logro escuchar así que harta un poco de ello, me paro para abrir las cortinas, observo por mi ventana pero no veo nada o eso pensaba yo, de pronto veo como una piedra pequeña choca contra mi ventana haciendo Pum, busco con la mirada un suéter pues el viento es frío desde hace unas semanas aquí en Los Ángeles.

Bufo al no encontrar nada a la vista así que abro la ventana, asome mi cara cuando de pronto veo como una piedrita rosa mi mejilla, entrando a mi habitación.

Toco mi mejilla y observo mi mano, veo un poco de sangre y es cuando caigo en cuenta que si me lastimo, vuelvo a asomar mi cabeza con precaución cuando veo como Charlie está buscando más piedritas para lanzar.

—Charlie, ¿Qué haces?— Es lo primero que le pregunto.

Él alza la mirada y me regala una media sonrisa.

—Intentando llamar tu atención para que bajes— Pone su mano detrás de su nuca —Me gustaría hablar contigo—

—Ve a la entrada, ya bajo— Le respondo.

Me pongo mis pantuflas y bajo las escaleras para abrirle a Charlie, observo el sillón y puedo ver que mi suéter ahí esta, lo agarro y procedo a ponérmelo.