La casa de mi infancia

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Me dio mucha tristeza ver la casa donde vivía cuando fui una niña pequeña, habitada por monstruos traga-dinero, insensibles gobernantes.
Durmiendo bajo el techo que fue mantenido con tanto amor, que ahora se sostiene de egos altos y egoísmo.
Viendo hacia la ventana que admiraba mis ojos, acariciando mi cara al amanecer de cada día.
De pasillos largos, lugar pequeño, lugar robado, lugar amado.

Alma en letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora