¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La ansiedad lo estaba consumiendo cada vez más, no tenía idea de su paradero, no sabía su estado actual y mucho menos como estaba.
Los días pasaban pero en ningún rubio a sus puertas llegó.
Trato de conseguir información de cualquier ámbito, más nadie sabía algo. Era como si de un día a otro solo se esfumara. Como si la tierra lo hubiera tragado y lanzado lejos de su lado.
También trato de olvidar aquel asunto pero era prácticamente imposible, trataba de desviar sus pensamientos de él pero al final todo terminaba donde comenzó.
Él recordando los momentos que en aquel entonces odiaba, ahora su única añoranza era volver a vivirlas.
Sus días sin él eran monótonos, sin relevancia alguna y el aburrimiento excesivo lo atormentaba en demasía, buscaba que hacer, pero al no tener alguna obligación sus días se trataban de limpiar y cuidar de sus plantas, aunque a veces solo se ponía a pensar.
Pensar en todo lo qué pasó en el lapso de tiempo hasta ahora, como su vida había cambiado y de algún modo logró salir de aquel agujero que consumía toda su vida. Pero nada podía salir bien sin exigir algo a cambio.
Cuando comenzaba a sentirse cómodo con aquel rubio él simplemente se fue.
No dijo nada, ni un aviso, por mas de que dijo que era tan importante como sus deberes, tan importante como su vida misma.
Y lo había demostrado de tantas formas, por más de recibir únicamente rechazos de su parte, por más que sasuke se negó a sentir, Naruto había gritado a los cuatro vientos cuanto le importaba el Uchiha.
Pero una vez más lo dejaban, una persona que juró que estaría para él sin importar que, se había ido.
Al igual que se odiaba a sí mismo por caer una vez más, por más de que se obligó a no acceder a esos sentimientos, al final del día caía una vez más.
Su debilidad era tanta que por mas de que nadie sabía lo que pasaba en esa casa, el se avergonzaba de sus propios pensamientos y más aún de esta sensación de abandono que sentía.
Aunque en el fondo de el aun esperaba verlo entrar por esa puerta, alardeando su llegada y con esa alegría que en algún momento detestó, ahora era su fuente. ¿En que momento? Tampoco lo sabía y eso era lo peor. ¿Que era aquel sentimiento de tristeza? Y sobre todo, ¿por que sentía eso?
- Te detesto, Naruto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Es la última vez que te lo digo, cambia esa cara. - No quiero estar aquí. - Y yo no recuerdo haberte pedido que lo menciones, así que haz lo que te digo, ¿de acuerdo?
Aquello fue lo último que se escuchó en el gran salón donde se encontraban ambos parientes, antes de que las puertas se abrieran dejando ver una figura alta e imponente.
Lo que más temía se hizo realidad.
¿Que era toda esta falsedad? ¿por que era arrastrado a esto?
- Tenemos algunas cuestiones de las cuales quiero charlar con ustedes. - Oh, está bien. - Los temas están relacionados con la boda.
