Por alguna extraña y macabra razón, el sufrimiento profundo que llegamos a sentir los seres humanos en nuestros peores momentos está estrechamente ligado con la creación de las grandes obras maestras del arte y la literatura.
¿cómo entendemos a Shakespeare sin la muerte de su hijo?
¿ O la obra de Lorca sin la discriminación que sufrió por su condición sexual?
¿Y las pinturas de Van Gogh? ¿Serían lo mismo sin el sufrimiento?
¿Como entendemos a Machado o a J. R Jiménez sin la muerte de sus seres queridos?
De mentes brillantes que han sufrido está la historia llena, sin embargo en el caso contrario... Tristemente la gente extremadamente feliz no ha llegado a producir nada más allá de alguna canción de estribillo pegadizo, un cuadro tontorrón o un poema de tres versos. Si no, preguntenle a Yoko Ono o Joan Miró.
A lo que quiero llegar es que esto me ha hecho pensar que el ser humano tiene una macabra necesidad de sufrir, cuando sufrimos nos hacemos preguntas, nos cuestionamos la realidad, nuestra situación... Por tanto avanzamos. Sin embargo nunca nos preguntamos cosas como: ¿Por qué me siento tan bien en la playa tomandome una piña colada? O ¿Por que me he reido tanto hoy? El ser humano no se cuestiona la felicidad, cuando se está bien no hay nada que cambiar (al menos aparentemente) por tanto no nos importa. Más sencillo y tirando de refranero: "Ande yo caliente, riase la gente".
Es por estas cosas que a veces me pregunto: ¿Es realmente posible lograr la felicidas plena o un estado de paz "zen" en el que nada nos perturba? Para mí, no, la naturaleza de nuestra raza y de nuestro mundo es demasiado compleja como oara entenderla sin el sufrimiento. Y si algún día lograsemos conseguir que nada nos hiciese sufrir... Seguramente todo dejaría de tener sentido; y la vida, sería mucho más aburrida. Me quedo en mi mundo, sufriendo cuando toque. Las cosas no se pueden apreciar eliminando sus antagonistas por naturaleza.
Á
