Perdóname papá.

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*Clara:

Tuve que cortar, no podía seguir hablando con él, como podía apreciarme tanto sabiendo que me perdería en cualquier momento?

Él sabía que yo no quería seguir viviendo, él sabía que no tenía ninguna razón por la cual seguir viviendo.

Yo tenía demasiado miedo de esa situación, no sabía como enfrontar todas esas cosas que estaban pasando en mi maldita vida.

Yo no quería tener una razón por la cual vivir, no quería, me aterraba la idea de tener una razón por la cual podría llegar a matar.

Me llamó repetidas veces, yo estaba sentada en un rincón de mi habitación con el teléfono en mi mano, no sabía si contestar o no.

No voy a mentir, sé que casi no habíamos hablado, y sé que nuestra conversación acabo mal, gracias a mí, pero estaba muchísimo más relajada, el simple hecho de escuchar su voz me tranquilizaba, y eso era lo que más me asustaba, me asustaba no poder tranquilizarme por mi misma, me asustaba que mi tranquilidad dependiera de un chico.

Mi vida estaba empezando a cambiar drásticamente, me asustaban tantos cambios, yo no quería cambios, yo quería acabar con todo.

Solo somos amigos, y estoy muy segura de que él jamás sentiría nada por mi, solo hace falta mirarme, no soy guapa, no soy inteligente, no tengo un buen cuerpo, no sirvo para nada, lo único que se hacer bien es hacerme daño a mi misma, en eso no me gana nadie.

Pero, yo... yo estaba empezando a sentir algo por él, desde que lo he conocido hemos hablado casi cada día, y quieras o no, al hablar con un chico como él acabas sintiendo algo, él es tan perfecto, el tiene todo lo que cualquier chica desearía en un chico, era dulce, escuchaba, ayudaba en todo lo que podía, era comprensivo, y muy guapo, tenía unos ojazos verdes que con solo una mirada, podía hacerte perder el control, era de esos chicos que salían en las películas, hermosos pero inalcanzables.

No quiero ilusionarme, no quiero, ya que si hubiese una remota posibilidad de que él acabara sintiendo algo por mí, sería algo muy complicado, el vive en Australia y yo vivo en España, tener algo con el sería imposible.

-Clara! Clara!, vuelve, que coñ* estas pensando, vuelve!, Qué mierda estas pensando?. Me dije a mi misma.

A veces pienso demasiado en cosas que jamás sucederán! Que patética que soy, verdad?

En el fondo de mi corazón, bien en el fondo, deseaba vivir, deseaba disfrutar esta cosa la cual llamamos "vida". Pero a mis 19 años ya había visto demasiado de ella, y me aterraba.

Yo quería morir, quería desaparecer de la faz de la tierra, la verdad era que me daba miedo la muerte. Si señores y señoras, me da miedo la muerte, pero me da más miedo la vida, me daba más miedo tener que seguir viviendo. Para mí vivir era sufrir y morir era dejar de sufrir para siempre.

Para mí el suicidio siempre había sido mí única salida, la autolesión era la única cosa que me daba las fuerzas necesarias para poder seguir aguantando todo el dolor que conllevaba el seguir viviendo.

Y ahora la única cosa que me ayudaba a seguir me la habían prohibido, cada vez que iba a terapia, me miraban las muñecas y otras partes del cuerpo para ver si tenía alguna cicatriz nueva, me habían avisado de que si veían alguna cicatriz nueva me volverían a ingresar.

Ellos no tenían ni idea por todo lo que estaba pasando, como pretendían que siguiese si no me dejaban luchar a mi manera?

-Clara! En 10 minutos nos vamos, recuerda que hoy tienes que ir a terapia.- Mi padre grito desde abajo.

Ashton Irwin,  Por qué me quieres a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora