BitterSweet - LUCIALE (G!P) || Bitter

Más del pasado...

Estaba emocionada por mi embarazo, darle la sorpresa a mi esposa sería increíble el día de su cumpleaños pero ahora debía mantenerlo en secreto, claro que estaba contenta pero había una enorme incomodidad en mi cabeza

Erick Bladel

¿Debía contárselo a Alejandra? Por supuesto

¿Lo hice? Claro, aunque tenía miedo de su reacción, cuando abríamos nuestros obsequios de boda abrimos juntas la de él, pensamos que quizás había entrado en razón, que su presente hacia nosotras significaba aceptación, aceptación de que la única persona que amo como pareja es Alejandra, ella y mis hijas son mi vida, así de simple, pero no, él no pensaba así.

Era una caja forrada, dentro de este habían muchos pétalos de rosas y junto a estos había un cuadro con una foto mía y de Erick, esa foto fue tomada por su hermana, Patty Bladel; ella al igual que su hermano estaba muy convencida de que sería un "grande padre" y que ella sería la tía más feliz junto a su sobrina, error, yo jamás aceptaría eso, y jamás lo acepté

En aquella foto Patty se encaprichó, recuerdo que estábamos caminando por un parque y se puso tan histérica que tuve que aceptar la foto, en esta imagen se apreciaba a un Erick besando mi ya muy notorio vientre, ¿Yo? Yo estaba súper incomoda y en mi rostro podía notarse, simplemente una mala experiencia

-¿Amor?-

-Hey bonita, ya volviste- sonrió acercándose con el mandil aún puesto

-Huele delicioso- me enrollé en su cuello

-Gracias bonita- No respondí, solo suspiré

-Algo te pasa ¿Que sucede Lu?- se separó de mi tomando mis manos y mirándome con preocupación

-¿Sucedió algo en la oficina?- añadió

-Si- mire al suelo

-Oye- con su mano sobre mi quijada levantó mi rostro para que la mirara a los ojos

-¿Qué sucede bonita?-

-Erick- susurré y su semblante cambió por completo, las venas de su cuello se volvieron muy notorias y sus ojos irradiaban furia

-Maldito enfermo- tapó su rostro con ambas manos para intentar calmarse

-Amor, tengo miedo- era cierto

-¿Por qué? ¡¿Te hizo algo ese cretino?!- empezó a observar cada parte de mi cuerpo, quizás buscando algún rasguño o golpe y comprobar algo que afortunadamente no pasó

-No, pero dijo muchas cosas que confirman su obsesión, además se refirió a Ariel como su hija, tengo miedo Ale, tengo mucho miedo- me rodeo con sus brazos y besó mi sien

-Tranquila mi amor, no te pasará nada, lo prometo, si ese miserable se atreve a tocarte un solo cabello o a mis hijas, le partiré la cara hasta matarlo-

-No Ale, no, podría pasar algo y no quiero que nos separen-

-Amor...-

-¡Ya te perdí una vez! No quiero que vuelva a suceder- cerró los ojos con fuerza y tras un pequeño silencio asintió

-Vamos a cenar, todo estará bien mi bonita, tranquila- le di un beso y rompimos el abrazo para hacer lo ya dicho

Esas semanas se pasaron rápido, afortunadamente Erick no volvió a aparecer y eso me tenía tranquila, días antes al cumpleaños de Ale ella estaba algo rara, no sabía que era pero parecía perdida, su mente estaba en otro lugar, por más que le preguntaba me decía que eran ideas mías así que decidí ignorarlo aunque me era difícil