Mi Pesadilla Más Bonita

CAPÍTULO III

Mis predicciones eran ciertas...

Las personas no ven lo que yo veo pero si los sienten, entonces, mi teoría sobre esto era cierta.

Por una vez en mi vida tenía razón.

Pensaba que podría ser la única persona que solo podía sentir y ver este tipo de criaturas, pero mis pensamientos fallaban, aunque no descartaba que algunas personas pudieran sentirlos en su entorno.

-¿Me ayudarás entonces?- Me preguntó Jack.

Mi mirada se dirigió hacia Jack y nuestros ojos se iluminaron al vernos.

Apartamos la mirada rápidamente.

Para ser sincera, aunque Jack fuera un "monstruo", era demasiado lindo como para llamarlo de esa manera.

Aún dudaba en si ayudarlo o no porque no sabía con exactitud a que se refería con "volver a mi hogar".

¿A qué se referiría?

¿Acaso este no es su hogar?

Demasiadas preguntas sin solución se generaban en mi cabeza, aunque había una que me dejaba con la piel de gallina.

¿Habría una dimensión dónde haya miles y miles de criaturas como Jack?

Y si eso fuera cierto, ¿habría algún portal para acceder a esa dimensión?

Me dí cuenta que Jack no paraba de mirarme.

-¿Estás bien?- Se acercó a mí.

-¿Eh?- Yo me giré y el estaba tan cerca de mi que se me escapó un grito.

Mi hermana, que estaba en mi cama tumbada, levantó la mirada del libro.

-¿Porqué gritas?- Me miró fijamente.

Miré a Jack y luego a Sara, no respondí, bajé la mirada al suelo y me dirigí a dónde estaba ella.

Jack se sentó en una esquina de la habitación, si que tenía decidido quedarse aquí hasta que le ayude a regresar a su hogar.

La verdad, yo si quería ayudarlo pero no soy una bruja o alguna maga para mandarlo a su dimensión, y aúnque lo fuera tampoco sabría ya que desconozco que había más dimensiones aparte de esta.

Me parecía extraño que hubiese ese tipo de cosas.

Esto se vería mejor en un cuento de hadas, de fantasía... Pero no, me ocurre a mi y en esta época.

Yo siempre pensaba que esto sería real en 2050 o más adelante de 1998. Dirigí mi mirada hacia Jack, ví como sus ojos estaban cerrados y como se sumergía en un sueño profundo.

Me pareció muy tierna aquella escena.

Me di cuenta de la hora que era y decidí intentar dormir hasta que alguno de ellos decidiera despertarme, o incluso mis propios padres, sobre todo mi madre que siempre tenía que limpiar al lado de mi habitación.

[06-10-1998]

10:00 AM

Abrí mis ojos y ví los labios de Jack tan cerca de los míos que lo único que pude hacer es pegarle.

-Me has hecho daño, imbécil.- Me miró con la mano sostenida en su blanca mejilla, ahora roja con mi mano marcada.

-Eso te pasa por acercarte tanto a mi.- Me senté en la cama casi sonrojada.

Se hizo el silencio por un momento.

Dirigí mi mirada hacia dónde antes se encontraba mi hermana, pero no estaba.