Nathalie Sancoeur - Relatos

Día 10

SEMANA 2

One shot: "Hogar — Preocupación"

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Siempre escuchó a diferentes personas afirmar que: "No hay lugar como el hogar", cuando vives enfrascada en tú trabajo y no tienes vida social, eso parece lo más descabellado, su "hogar" era el pequeño departamento que parecía más su lugar para simplemente dormir y guardar sus pertenencias que un hogar, ni extrañaba ese sitió cuando no estaba ahí, pero ahora que mantenía una relación con Gabriel Agreste, la mansión Agreste se convirtió en su hogar cuando su novio le pidió formalmente que se mudará con ellos, a pesar de que trabajaba ahí y pasaba la mayoría de sus horas en ese lugar, las cosas eran diferentes siendo habitante de esa casa, pasar de ser la asistente ejecutiva de Gabriel Agreste a su novia, era un paso bastante grande, pensó ilusamente que sería "fácil", pero estaba equivocada, algunas de sus responsabilidades habían cambiado, ciertas labores pasaron a segundo plano, ahora se encargaba de cosas más hogareñas, su relación con Adrien iba de lo mejor, el adolescente siempre la vio como una figura materna y luego de la muerte de Emilie se refugió en el cariño que ella le brindaba, así que fue realmente feliz cuando su padre le comentó que estaban saliendo, luego de su madre no existía mejor mujer para que él platinado compartiera sus días que la azabache, para las demás personas no fue algo tan extraño o sorprendente, era evidente el amor que sentían el uno por el otro y como solían asistir a la mayoría de los eventos juntos, no era raro verlos en el mismo espacio conversando tan animadamente, aunque Gabriel no paraba de presentarla como su novia, parecía muy orgulloso de eso y esto lograba que la preocupación que ella había sentido al iniciar la relación se fuera disipando

—¿Ya mencioné lo hermosa que te ves?— preguntó Gabriel mientras le entregaba una copa de champán

Ella no pudo evitar sonreír

—Quizás sí, pero no me molesta que me lo repitas, así que no hay problema— declaró

Gabriel la besó, se sentía un hombre muy afortunado al haber encontrado el amor nuevamente, era como si la vida le sonreía una vez más, sí, sufrió cuando su esposa perdió la vida en aquel viaje al Tíbet que realizaron tiempo atrás, mientras se refugiaba en su propio dolor y lastimaba a su hijo con su mal humor, ella estuvo ahí para apoyarlo, sin su ayuda era probable que la marca Agreste hubiera tenido serios problemas, no fue fácil, pero logró salir de la depresión en la que se enfrascó al enviudar, ahora comprendía que a pesar de la pérdida de Emilie, la vida continuaba y aún debía velar por el bienestar de su hijo, Nathalie permaneció al lado de Adrien y estaba pendiente no solo de sus actividades, si no también de sus emociones, lo cuidaba como si él pequeño fuera su hijo y eso fue suficiente para darse cuenta de que ella era todo lo que necesitaba, saber que correspondía sus sentimientos lo hizo inmensamente feliz, cuando la invitó a mudarse a la mansión Agreste tuvo miedo de que ella pensará que todo estaba sucediendo apresuradamente, pero ante sus temores ella aceptó encantada, ahora solo debía encontrar el momento adecuado para pedirle matrimonio y que ella se convirtiera legalmente en la Sra. Agreste

La pareja siguió disfrutando de la fiesta y bailaron algunas canciones lentas en la pista de baile, a altas horas de la madrugada regresaron a su hogar, donde su príncipe ya dormía, la pareja se dirigió a su habitación y cayeron rendidos en la cama, había sido una noche bastante divertida, pero ahora se encontraban muy cansados y solo querían dormir.

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Días después

—Nathalie— pronunció él mientras se sentaba a su lado sobre la cama

—¿Qué ocurre cariño?— le preguntó dulcemente

Gabriel sonrió, ella lo hacía tan feliz

—Me gustaría preguntarte algo— declaró tímidamente, sí, el hombre frío que todos conocían, desaparecía al estar en la intimidad de su habitación con su hermosa novia

Ella acarició su rostro dulcemente

—Adelante, dime ¿Qué es eso que quieres preguntarme?— expresó

—¿Te casarias conmigo?— dijo mostrándole un anillo muy hermoso

—Gabriel— habló llena de sorpresa

—Eres la mujer que quiero a mi lado, la que necesitó, eres quien me complementa, no quiero esperar más, eres una madre asombrosa para mi hijo— Agreste no pudo continuar hablando porque Nathalie lo interrumpió

—Querrás decir una madre asombrosa para mis hijos— mostrándole una prueba de embarazo

—Pero— manifestaba sin lograr salir de su asombro, observando la prueba positiva que estaba en su mano, la abrazó muy fuerte, para proceder a besarla tiernamente

Nathalie solo sonreía, al principio le preocupaba un poco pensar en ¿Cómo reaccionaría?, pero al verlo tan feliz ya podía estar más tranquila

—Esta noticia me hace muy feliz, pero aún no respondes mi pregunta— admitió

—¡Aceptó!— respondió, lágrimas de felicidad bañaban sus ojos, se sentía dichosa, esto era mucho más de lo que una vez soñó

Gabriel le colocó el anillo y ambos decidieron ir a compartir ambas noticias con Adrien, sabían que él chico se volvería loco de la emoción

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Gabriel & Nathalie tuvieron una pequeña boda, bastante sencilla, pero muy elegante en el hotel Le Grand Paris, en compañía de algunos familiares y amigos cercanos, fue tan hermosa como ambos pudieron haberla imaginado, meses después le dieron la bienvenida a Noah un tierno bebé que se robó el corazón de todos los habitantes de la la mansión Agreste, Nathalie estaba feliz de ver como Adrien cuidaba a su hermanito, cuando supo que estaba embarazada le asustaba un poco no poder ser una buena madre y cuando se enteraron que tendrían un pequeño Agreste pudo sentir un poco más de calma, prácticamente había criado al joven modelo, asi que no seria tan difícil, Gabriel estaba muy pendiente de todo y solía ayudar mucho con el cuidado del niño, eran una familia feliz y agradecían a la vida por darles esta nueva oportunidad de amar y formar un hogar lleno de cariño.

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Aby