Capítulo 9

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Ya estaba harta de las frases susurradas por voces desconocidas! A más de ponerme nerviosa, me rompía la cabeza intentando saber de donde venían, estaba segura que Collin no lo había dicho, nunca movió sus labios en sea momento. Eso me probaba que él no había puesto esa nota en mi mesa.

Después de oír a la voz misteriosa, me había tensado y él me había preguntado que me pasaba y tuve que decirle que no era nada, que sólo estaba un poco nerviosa sobre esto y lo peor, o mejor, de todo es que me creyó! Soy una pésima mentirosa! ¿Cómo pudo haberme creído? Algo pasaba, Collin sabía algo, estaba muy segura de eso y lo iba a averiguar...

***

-No creo que tengas afinidad al agua, Emma preciosa- me dijo Collin cuando llevaba más de cinco minutos intentando percibir una conexión con ese elemento.

-Esto es inútil, a este paso me quedaré como inconclusa el resto de mi vida -dije totalmente frustrada, para alejarme hacia otra sección. Habíamos ya pasado por varios elementos y nada, nada de nada. No sentía ninguna atracción ni nada.

Collin se acercó a mi y me abrazo los hombros con cariño para tranquilizarme. -Tranquila, seguro que encontraremos tu elemento... -tomó mi mano una vez más. Él me llevaba de un lado a otro de la mano cosa que realmente le agradecía, me ayudaba a calmar mis nervios.

Me llevó a varias secciones más, pero no pasaba absolutamente nada igual que todas las anteriores. En ese punto ya me estaba deprimiendo, no había elemento alguno para mi o eso pensaba yo.

Eventualmente llegamos a una parte donde las secciones de los elementos estaban más decoradas y elaboradas. En una de las que logré ver tenía el piso decorado con un vidrio que cambiaba de colores con la luz, en el centro estaba un pedestal de un cristal que parecía tener olas azules en el centro que ascendían hasta un enorme diamante que lanzaba destellos con la luz. En lo personal no me gustó esa sección, era muy fría y presuntuosa para mi gusto.

Aun así, la mayoría estaba cubierta de polvo como si nadie se hubiera acercado a ellas en mucho tiempo. Estaba por preguntarle a Collin sobre eso, cuando una de ellas llamó mi atención, todo estaba construido con una piedra blanca sencilla pero elegante, unas pequeñas enredaderas subían por el pedestal que sostenía una antorcha finamente decorada con trazos de un idioma que no conocía y en la que crepitaban las llamas tranquilamente.

El pequeño susurro del fuego era lo que me había llamado la atención y sin pensarlo dos veces me acerqué como poseída hacia el lugar. Cuando Collin se dio cuenta a donde me dirigía, se tenso visiblemente y me detuvo con un poco de fuerza para evitar que siguiera.

-Emma... A ese elemento no te puedes acercar -dijo de manera un poco vacilante-. Es peligroso.

-Yo he de decidir si es o no es peligroso -y con brusquedad me safé de su brazo y caminé rapidamente hacia el pedestal. No sabía porque actuaba de esa manera, pero algo me empujaba a actuar de esa manera, era como una desesperación de llegar al fuego, lo cual era un poco irónico porque me iba a lastimar.

-Por favor Emma, no podemos estar aquí -él se volvió a acercar para llevarme a la fuerza pero no lo iba a permitir y simplemente actué sin pensar, metí las manos al fuego.

Abrí los ojos asustada, había cometido una estupidez y fue en ese momento cuando caí en cuenta.

El fuego no me quemaba, ni un poquito.

Las llamas lamían mis manos pero apenas sentía un calor. Un suspiro de alivio abandonó mis labios y sonreí con absoluta tranquilidad y comodidad. Me empezaba a resultar familiar y reconfortante el fuego, como si fuera una parte de mi, así como una mano o un brazo. Podía percibir la energía que emanaba el fuego, una energía que se amoldaba a mis pensamientos pero al mismo tiempo incontrolable y llena de vida.

Estaba tan absorta en mis pensamientos, que me sobresalte al oír a Collin soltar un sonido ahogado de estupefacción. Me di la vuelta para mirar la expresión de Collin y mostrarle mi descubrimiento con el fuego que danzaba entre mis manos y me topé con muchos ojos llenos de sorpresa mirándome directamente, algunos con miedo y otros con simple incredulidad.

El maestro se acercó lentamente hacia donde estábamos, hasta el tenía una mirada de no poder creer lo que veía. No entendía porque todos actuaban así, solo había encontrado a mi elemento como todos los demás.

-¿Cuál es su nombre, señorita? -me preguntó el profesor con un tono un poco cauteloso.

-Emma Willow -respondí con apenas un susurro, toda esa situación me estaba a poner muy nerviosa.

El profesor se volvió hacia el resto de la clase y con una voz solemne:

-He aquí la portadora del fuego indomable de espíritu cambiante... Salve, oh elegida de la Diosa!

Mierda.

Holaaa siento por la demora, no me maten nwn" estaba sin inspiración y sin tiempo :/ pero aquí están unos capítulos :) espero que les gusten :3 intentare subir un capítulo nuevo cada semana, voten y comenten!! :D

Espíritu de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora