Capítulo 18

614 25 5
                                    


Alonso

"Nate y Lily"

"Nate y Lily"

"Nate y Lily"

Esas palabras no dejaban repetirse en mi cabeza, que casualidad que su ex haya sido justamente el imbécil de Pearce, la persona que peor me cae y ahora con más razón.

Ella todavía lo quiere.

Cerré mis ojos y tensé la mandíbula, el solo pensar en eso me hierve la sangre.

Eché mi cabeza a un lado para ver el reloj al lado de mi cama, son las 4:00 am, no pude dormir en toda la noche pensando en lo de ayer. Pero hoy sé justamente lo que tengo que hacer para que Liliana no pueda estar lejos de mí ni un segundo.

Me levanté de la cama, tomé una ducha, me vestí y contacté a Carson para que llamara al personal necesario para lo que tenía planeado.

Cuando ya todo estuvo listo fuimos en camino a casa de mi... de Liliana. Llegamos al edificio, el cuerpo adormilado de Carson se movía con lentitud, hizi sus lentes aun lado para masajear sus ojos al mismo tiempo que bostezaba.

-¡Ya despierta! -Ordené impaciente.

-Disculpe señor, es... temprano.

-¡Claro que sí! Y deberías estar acostumbrado a despertar a estás horas.

-¿Qué se supone que vamos a hacer? ¿para que es el camión?

Sonreí malicioso. –Ya lo verás. –Me relajé y empecé a prepararme psicológicamente para lo que le diría cuando la viera.

Debía ser algo que sonara muy convincente o no serviría de nada, pero ya se me ocurría algo.

Liliana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Liliana

Me encontraba profundamente dormida cuando mi teléfono empezó a vibrar y a sonar varias veces. Me moví con lentitud deslizandome entre mis sábanas para tratar de alcanzarlo en mi mesita de noche y lo agarré sin ser capaz de abrir los ojos y ver la molesta luz de la pantalla.

-¿Mmm hola? -Dije, mi voz se oía ronca.

-Buenos días. -Abrí los ojos de golpe y miré la pantalla de mi teléfono. Era mi jefe quien me hablaba.

¿Por qué me llama a esta hora?

-¿Señor Dupont? -Contesté confundida.

-Estoy afuera de tu casa, sal ahora.

-¿Eh? ¿como... son las 4 de la mañana señor.

-Ya lo sé. ¿Vas dejarme esperando afuera o me vas dejar entrar?

-No, ya voy.

Me levanté rápido, tome una bata y me la puse, era lo más rapido que podía hacer, mi pijama no era nada presentable, la amarre en mi cintura y me apresuré.

Eres mía [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora