Deseos imposibles

Epílogo

Seis años después

Seis años después, el cuerpo de aurores estaba trabajando en atrapar a los últimos prófugos de Azkaban. Se trataba de algunos antiguos mortífagos y algunos hijos de ex mortífagos, que andaban en busca de venganza y querían aniquilar a los amigos y a la familia de quien acabó directamente con la vida de su amo. Lord Voldemort.

Tras esta amenaza, Ron se había acercado a Hermione para advertirle sobre esta pandilla de mortífagos, quienes andaban detrás de él y la familia Potter.

Luego de esta advertencia, la castaña decidió preparar a sus hijos y con la ayuda de Ron y otros aurores, entrenó a los gemelos durante días, pues tenía que prepararlos para cualquier ataque, después de todo eran los hijos de Harry Potter y Hermione Granger y era obvio que no iban a quedarse de brazos cruzados, mientras los demás iban a salir a pelear. Así que esconderlos para protegerlos esta vez no era una opción para Hermione, aunque debía admitir que si tenía mucho miedo de que les pasara algo.

James y Lilly actualmente tenían veintidós años, habían culminado sus estudios en Hogwarts y ahora ambos se encontraban en practicas de sus carreras. James había decidido unirse al cuerpo de aurores del ministerio, haciendo honor a lo que hubiese querido hacer su padre, mientras Lilly había seguido más el lado de su madre y estaba estudiando derecho en una universidad mágica, para luego entrar en el departamento de leyes del ministerio.

Siendo Harry Potter y Hermione Granger los padres de James y Lilly, los gemelos era magos bastante poderosos. Ambos casi igualaban el poder de la magia de su padre y en cuanto a Lilly también era una referencia de inteligencia, pues era la bruja más poderosa e inteligente de su generación.

Días después de la advertencia de Ron, los criminales decidieron realizar una emboscada en la ciudad y acercarse a la casa de los Potter, quienes en cuanto se dieron cuenta que atacarían su casa, se prepararon para enfrentarlos.

Nuevamente en toda el área se miraban destellos de hechizos, se escuchaban los gritos de los aurores y los mortífagos enfrentándose entre ellos. Se miraba la sangre correr por la calle, la ropa de la gente que estaba luchando, estaba sucia con tierra, sangre y sudor, al igual que sus rostros. En medio de todo esto, Ron y Hermione estaban desafiando a un mortífago cada uno. Las manos y el cuerpo de Hermione, ahora temblaban debido al cansancio y la fuerza que ejercía en ese momento con su enfrentamiento, sin embargo, esto no evitó que de reojo vislumbrara a uno de los sicarios caminando hacia a James, mientras él se encontraba de espaldas en una batalla con otro mortífago.

— ¡Stupefy! — gritó Hermione rápidamente contra el hombre que tenía enfrente, aprovechando que se estaba recuperando de su último ataque y desesperada, se dio la vuelta y comenzó a correr hacia su hijo.

Cuando se dirigía hacia James, tuvo un deja vu, la escena volvía a repetirse en cámara lenta, mientras sentía que sus pulmones y sus piernas daban todo lo que tenían, su corazón latía tan fuerte y desbocado que lo sentía salirse de su pecho. No, no podía dejar que esta vez volviera a suceder, no le quitarían la vida a su hijo.

Estaba acercándose cuando vio como el hombre levantaba la varita y apuntaba hacia James. Su expresión fue de horror.

"Avada Kedavra" escuchó Hermione decir al mortífago y vio salir el rayo verde de la varita.

— ¡No! — gritó la castaña en un tono desgarrador y sin pensarlo dos veces, se lanzó entre el rayo verde y su hijo. Al instante vio como el rayo estaba a segundos de impactar contra su pecho.

Por un instante todo se movía en cámara lenta, hasta que sintió el rayo chocar en su pecho y en un instante todo se volvió oscuro.

James había escuchado el grito aterrador de su madre justo después de haberle lanzado un aturdidor a su oponente. Se dio la vuelta para ver a su mamá caer sin vida al suelo.