Red Petals #2

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Para cuando Min Hyuk volvió a casa con los menores, a Ho Seok siquiera se le había secado el pelo todavía después de salir de la ducha. Se había quedado en la cama tumbado, aunque ya estaba más calmado y menos ansioso.

Teléfono en mano, se dedicaba a contestar preguntas sobre las cosas que se suponía que debía saberse para aprobar el examen para el que estaba estudiando.

Ho Seok estaba trabajando de forma indefinida desde hacía ya casi dos años en un hospital de día para pacientes con trastornos mentales graves. Él tenía una doble titulación en trabajo social y psicología, pero el hospital era de titularidad pública, lo que significaba que, si quería un puesto fijo, tenía que pasar un examen. Competía por una de tres plazas que más gente de su hospital o de fuera de su hospital quería. Llevaba estudiando desde septiembre y ya estaban a marzo. Todavía quedaban tres meses para el examen, pero cuanto más se acercaba la fecha, más sentía Ho Seok que le acechaba la angustia. No depender de sí mismo sino de cómo les fuera a los demás, le hacía sentir completamente desprotegido.

Estaba contestando una de las preguntas sobre los temas que más odiaba desde su teléfono, cuando la puerta de su dormitorio se abrió. Estaba tan concentrado, que al principio siquiera se dio cuenta, y cuando lo hizo tampoco levantó la vista para ver de quién se trataba.

Le notó subirse a la cama y escuchó el ruido de una bolsa de plástico apoyarse en el colchón, y lo siguiente fue que esa persona se hiciera sitio bajo sus brazos para tumbarse sobre su pecho.

Ho Seok no necesitó mirarle para saber que se trataba de Chang Kyun.

El chico se quedó quieto sin decir nada, y no dijo nada a pesar de que Ho Seok se pasó los siguientes diez minutos sin prestarle ninguna clase de atención.

No fue hasta que empezó a sentir el cansancio mental afectar a su concentración cuando decidió que necesitaba un descanso, y después de bloquear el teléfono y dejarlo a un lado, empezó prestarle atención a Chang Kyun.

-Hola, gatito -le dijo, rodeándole con los brazos y llenándole el pelo de besos. Chang Kyun se acomodó todavía más sobre el pecho de Ho Seok mientras los besos duraban, y cuando Ho Seok pareció cansarse de estrecharle con tanta fuerza entre los brazos, Chang Kyun estiró el brazo hasta la bolsa que había dejado sobre el colchón, y sacó de dentro una caja rectangular de cartón no muy grande.

Ho Seok lo miró con intriga mientras Chang Kyun le mostraba que era.

Al darse cuenta de qué se trataba, Ho Seok sonrió sin poder evitarlo, y pronto pegó a Chang Kyun a su pecho con uno de sus brazos, para incorporarse sin despegarse de él o arriesgarse a hacerle daño de algún modo.

La caja, viendo lo que había en las fotos del exterior, era una taza idéntica a la que él había roto, con una tapa metálica sin ningún agujero.

La tapa de la que había roto era metálica también, con la cañita de plástico. Eso no se había roto, solo la parte de cristal. No necesitaba una tapa idéntica. Lo que sí necesitaba (o, al menos, lo que le había comentado un par de veces a Chang Kyun que quería), era una tapa hermética con la que taparla. A veces, había echado en falta eso.

Apartó la caja a un lado, y le cogió las mejillas a Chang Kyun para llenarle la frente, los párpados y las mejillas de besos.

-No tenías por qué... muchas gracias, Kyunie. De verdad, acabas de alegrarme el día.

Tímidamente, Chang Kyun sonrió. Los brazos de él le rodearon por debajo de los brazos y apretaron con fuerza sus costillas durante un instante. Luego se separó, y sentado entre las piernas de Ho Seok, acercó la bolsa, que aún no estaba vacía, y le enseñó dos cajas más. Eran las mismas tazas, pero una tenía una tapa blanca con un montón de estrellas de colores y una cañita de color rosa, y la otra tenía una tapa azul con corazones azules y una caña igual de azul a rayas que la de la que había roto.

Flowers, Shields and Swords » MONSTA X. OT7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora