Flowers, Shields and Swords » MONSTA X. OT7

Honey shelter #3

Ho Seok no sabía qué sentir en ese momento. Había en él una mezcla entre sueño, vergüenza y una pesadez física en el cuerpo junto con un dolor en el vientre con el que no sabía si podía lidiar.

Estaba sentado en la taza del váter, completamente desnudo con una manta enroscada en el cuerpo. Min Hyuk le había acompañado hasta allí, y ahora él estaba viendo a su dongsaeng abrir un cajón del mueble del baño para sacar de su paquete un par de toallitas húmedas que tenderle a Ho Seok. Su ropa interior estaba dentro del bidet, ya que Min Hyuk no sabía qué hacer para lavar las manchas de sangre, y Ho Seok tampoco.

En cuanto tuvo las toallitas en la mano, susurró un gracias y empezó a limpiarse los restos de sangre de las piernas mientras Min Hyuk se lavaba las manos, que todavía no lo había hecho. Luego llenó un vaso con agua del grifo y echó una pastilla multivitamínica efervescente dentro. Mientras ésta se deshacía, rescató del botiquín un ibuprofeno y lo colocó al lado del vaso.

-Lo sabías -susurró Ho Seok. Min Hyuk le miró. Al principio no sabía qué quería decir Ho Seok, pero cuando entendió que se refería a que su menstruación estaba cerca, asintió despacio.

-Lo suponía, al menos. Que tú y Yeo Joo os pongáis de mal humor al mismo tiempo es raro. Además, estamos a mediados de mes.

Ho Seok apretó la sábana que tenía sobre los hombros con más fuerza con una de sus manos. En la otra sujetaba las toallitas llenas de sangre, sin saber muy bien qué hacer con ellas. Estaba demasiado cansado para pensar con claridad. Sus neuronas parecían no querer hacer el esfuerzo de hacer demasiadas sinapsis a no ser que fuera estrictamente necesario.

-Yo no me había dado cuenta de que fuera por eso...

Llevaba sintiéndose tenso y sensible varios días, pero con lo estresado que estaba entre el trabajo en el hospital y estudiar, no le extrañó en absoluto. El día anterior sí que ya había sido el epítome de toda una semana cargando con sus hormonas haciendo de las suyas, pero siquiera entonces pensó en la posibilidad de que pudiera ser culpa de que su menstruación estaba cerca. Ahora se sentía idiota, viendo la forma en que había manchado unos calzoncillos que prácticamente eran nuevos.

Min Hyuk le tendió el vaso y la pastilla, y Ho Seok se le quedó mirando con extrañeza, sin saber muy bien cómo coger eso si tenía las manos ocupadas, una sujetando las toallitas y la otra la manta, para que no se desenroscara de alrededor de su cuerpo. Min Hyuk, viendo su confusión, pisó el pedal de la papelera para abrirla, y Ho Seok, algo atolondrado, echó las toallitas dentro.

Cogió el vaso con la mano que le quedó libre, y Min Hyuk le acercó la pastilla a la boca para que la atrapara con los dientes.

Escucharon un bostezo y los pasos de alguien acercándose por el pasillo, y despacio la puerta del baño se abrió para dejar ver a un muy adormilado Hyun Woo.

-¿Qué pasa? -Preguntó. Luego miró a Ho Seok-. ¿Estás bien?

Ho Seok asintió despacio, y se bebió el vaso con las vitaminas de un solo trago, usando esa agua también para tragarse la pastilla.

Le devolvió el vaso a Min Hyuk, y él lo enjuagó antes de dejarlo boca abajo sobre el mueble del baño para que escurriera el agua que había quedado dentro.

-¿Qué se hace con las manchas de sangre en la ropa, hyung? -preguntó Min Hyuk.

Hyun Woo miró un momento a Min Hyuk, y luego otra vez a Ho Seok, con una expresión que fue confusa un instante antes de volverse de sorpresa. Parecía acabar de darse cuenta de qué estaba ocurriendo.

-Si no está seca... con agua fría sola se quita casi todo...

Hyun Woo entró al baño casi al mismo tiempo que Min Hyuk salía, y Ho Seok se tapó las piernas con la manta para esconderse todavía más de debajo de ella. Tenía muchas ganas de decirle a Hyun Woo que se fuera y le dejara solo. Que le dejaran todos solos. Se sentía muy incómodo en ese momento, muy sucio y muy débil, y no les quería dando vueltas a su alrededor. Agradecía que Min Hyuk le hubiera dado las vitaminas y aquella pastilla, y también que se hubiera preocupado por él, pero ya empezaba a sentirse como una atracción de feria, y eso ya le gustaba menos.